Según ha informado la Guardia Civil en una nota, el intento de robo se produjo durante la madrugada del 12 de septiembre, cuando el detenido comenzó a forzar el cajero automático que hay en un conocido establecimiento comercial de Armilla, en el área metropolitana granadina, saltó la alarma y la central receptora alertó al Instituto Armado.
Las dos patrullas de la Guardia Civil desplazadas al lugar vieron tras los cristales a un hombre junto al cajero que vestía ropa militar, y que "ocultaba su rostro con un jersey que hacía las veces de un pasamontañas". En sus manos "tenía una radial de grandes dimensiones con la que estaba intentando acceder al dinero".
Los agentes consiguieron reducirlo y detenerlo, y, aunque el investigado no consiguió llegar hasta el dinero, el cajero automático quedó "completamente destrozado". La entidad bancaria propietaria del cajero ha valorado los daños en casi 21.000 euros. También sufrieron daños la persiana metálica y las puertas acristaladas del establecimiento.
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