Desde que se puso en marcha hace cuatro años, se han inscrito en el registro 12.423 voluntades vitales anticipadas, según datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

A los andaluces les preocupan más de los que se esperaba sus últimos momentos de vida. De hecho, las cifras superan las expectativas previstas por del SAS al inicio del proyecto: 2.000 pacientes al año, frente a los más de 3.000 registrados.

Para inscribirse solo hay que pedir cita a través del servicio Salud Responde o por Internet.

El segundo paso es registrar el llamado testamento vital, el cual se guarda en las distintas Delegaciones Provinciales de Salud.

No obstante, en caso de enfermedad o incapacidad, los secretarios generales pueden trasladarse al domicilio del paciente.

Este es el proceso más sencillo que hay en España para hacer saber cómo quiera uno que se actúe en caso de encontrarse en fase terminal y no poder elegir (ser sedado, mantenido de forma artificial...).

Es gratis, no hacen falta notarios, ni fedatarios públicos y el servicio de citas está disponible las 24 horas los 365 del año.

Además, el SAS ofrece la posibilidad al usuario de modificar cuantas veces quiera el testamento vital.

Esto es de suma importancia, ya que el paciente puede arrepentirse, bien por un cambio de opinión, o por la aparición de nuevas técnicas o terapias médicas.

Y el interés crece. Sin traducirse en la inscripción en el Registro, 143.314 personas han accedido al apartado de la web donde se explica el procedimiento a seguir.