¿Cuál es el tamaño mínimo para que un planeta pueda albergar vida?

Fotografía del planeta enano Ceres realizada por la sonda Dawn, que hace tres años entró en la historia de la astronomía por ser la primera nave en adentrarse en la órbita de un planeta enano.
Fotografía del planeta enano Ceres realizada por la sonda Dawn, que hace tres años entró en la historia de la astronomía por ser la primera nave en adentrarse en la órbita de un planeta enano.
NASA/JPL-Caltech / HANDOUT
Fotografía del planeta enano Ceres realizada por la sonda Dawn, que hace tres años entró en la historia de la astronomía por ser la primera nave en adentrarse en la órbita de un planeta enano.

Científicos de Harvard han demostrado un tamaño crítico por debajo del cual un planeta nunca puede ser habitable, aunque se encuentre en la zona con una distancia a su estrella que permita el agua líquida. Los investigadores encontraron que el tamaño crítico es aproximadamente el 2,7% de la masa de la Tierra.

Si un cuerpo posee una masa inferior a esta cantidad, su atmósfera escapará antes de que tenga la oportunidad de desarrollar agua líquida superficial, similar a lo que sucede con los cometas. En el caso de la luna, por ejemplo, este porcentaje es del 1,2%, mientras que para Mercurio es del 5,53%.

Los investigadores también pudieron estimar las zonas habitables de estos pequeños planetas alrededor de ciertas estrellas. Se modelaron escenarios para dos clases diferentes de estos astros luminosos: tipo G, como nuestro propio Sol, y tipo M, inspirada en una enana roja en la constelación de Leo.

Efecto invernadero desbocado

Este efecto invernadero desbocado, que produce la ausencia de agua en el planeta, ocurre cuando la atmósfera absorbe más calor del que puede irradiar hacia el espacio, lo que evita que el astro se enfríe y provoca un calentamiento imparable que, finalmente, convierte los océanos en vapor.

Sin embargo, algo importante sucede cuando los planetas disminuyen de tamaño: a medida que se calientan, sus atmósferas se expanden hacia afuera y se vuelven cada vez más grandes en relación con el tamaño del astro.

Estas grandes atmósferas aumentan tanto la absorción como la radiación del calor, lo que permite mantener mejor una temperatura estable. Los investigadores encontraron que la expansión atmosférica evita que los planetas de baja gravedad experimenten un efecto invernadero desbocado, lo que les permite conservar el agua líquida en la superficie mientras orbitan más cerca de sus estrellas.

Sin embargo, cuando los planetas se vuelven demasiado pequeños, pierden sus atmósferas por completo y el agua superficial líquida se congela o se vaporiza. Los investigadores demostraron que existe un tamaño crítico por debajo del cual nunca puede ser habitable, lo que significa que la zona donde puede haber vida está limitada no solo en el espacio, sino también en el tamaño del planeta.

Solución a uno de los misterios del Sistema Solar

Los científicos resolvieron con este estudio otro viejo misterio del Sistema Solar. Durante mucho tiempo, los astrónomos se han preguntado si las lunas heladas de Júpiter -Europa, Ganímedes y Calisto- serían habitables si aumentara la radiación del sol. Según esta investigación, estos satélites son demasiado pequeños para mantener el agua líquida superficial, incluso si estuvieran más cerca del sol.

"Los mundos de agua de baja masa son una posibilidad fascinante en la búsqueda de vida, y este artículo muestra cuán diferente es su comportamiento en comparación con los planetas similares a la Tierra", ha afirmado Robin Wordsworth, profesor asociado de ciencias e ingeniería ambiental y autor principal del estudio.

"Una vez que las observaciones para esta clase de objetos sean posibles, será emocionante intentar probar estas predicciones directamente", ha agregado en un comunicado.

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