Además de los casos extremos de los chalés de Las Marinas, en la ciudad de Alicante los malhechores más jóvenes son los de nacionalidad rumana, que empiezan a cometer fechorías a partir de los 14 años de edad, según fuentes policiales. En cambio, los que actúan con más edad en el arte de hacer propio lo ajeno son los suramericanos, desde los 35 a los 45 años, y más aún los magrebíes, que pueden llegar a jubilarse del oficio a los 70 años, según las mismas fuentes.

Los españoles, para droga

El aspecto físico también los divide en varios grupos. Los que más cuidan su apariencia son los españoles de entre 22 y 28 años, delgados, bajitos, ágiles y fibrosos. Sus hurtos tienen como objeto la compra de droga.

Por su parte, los suramericanos suelen ser identificables porque son físicamente gordos y de estatura bajita. La Policía alerta de que los ladrones procedentes de Rumanía van bien vestidos. En lo que llevamos de verano no se ha producido un aumento significativo del número de asaltos a viviendas, a pesar de que esta época es propicia. No obstante, la Policía evita facilitar estos datos por la alarma social que provocan.

Los cacos suelen asaltar las viviendas a última hora de la mañana o a primera hora de la tarde. El principal punto de acceso es la puerta principal, el 60% de los casos. La Policía ha señalado que no se han hecho más crueles sus métodos, a excepción de los hurtos nocturnos, en los que sí se emplea la violencia.

Trucos para evitar sufrir un asalto

Dejar ropa tendida, no bajar del todo una persiana de una ventana inaccesible, evitar que se acumule el correo, mantener el timbre conectado o instalar un temporalizador que encienda electrodomésticos o luces de habitaciones, ayudan a ahuyentar a los ladrones.