Lo que se conoce como white savior (salvador blanco) y, además, haciendo publicidad mientras tanto. Un doble tirabuzón que las redes han afeado enormemente a Anabel Pantoja, tal y como hicieran en su momento con Dulceida.
La sobrinísima de Isabel Pantoja, que ya tuvo sus problemas con cierto desodorante, ha tenido que salir al paso y responder ante el alud de comentarios críticos que le han hecho los usuarios para hacerle ver su error al utilizar a dos niñas de La Habana, en Cuba, para promocionar unos productos, entre ellos, maquillaje y gafas de sol.
Su arrebato solidario no ha sido tal, al fin y al cabo, y su periplo en la isla centroamericana ya le está dando más problemas que alegrías. Y eso que había ido a relajarse después de que se marchara en directo de Sálvame y su continuidad penda de un hilo. Máxime ahora que su nombre suena para la próxima edición de GH VIP.
Finalmente, claro, ha tenido que pedir perdón, y lo que era un viaje de ensueño junto a su prometido, Omar Sánchez, se ha convertido en una odisea de la que las redes esperan que recapacite y comprenda su fallo.
Porque es cierto que, hasta el momento white savior, sus vacaciones estaban siendo, a tenor de lo que subía, exóticas y, sí, patrocinadas, pero sin involucrar a nadie más que a ella, como cualquier influencer haría.
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Pero el día de su regreso, el pasado miércoles día 28, Anabel Pantoja tuvo la necesidad imperiosa de transmutarse en una especie de ONG y comenzar a dar todo lo que tenía.
En diversas stories se pudo ver a la prima de Kiko Rivera entrega motu proprio una bolsa de comida a una iglesia, lo cual está muy bien y es loable, pero a partir de ahí empezaron los problemas.
No porque se pusiese a regalar ropa de su maleta, sino porque lo hacía con la condescendencia de quien da lo que le sobra: "Son cosas que no me pongo o me quedan pequeñas".
Sin embargo, claro, la revolución llegó cuando vio a dos niñas desde el coche en el que viajaba y se bajó. Aunque los vídeos ya están borrados, muchos usuarios se hicieron eco y reprodujeron los hechos en sus perfiles.
Anabel Pantoja les regaló a ambas niñas, tras preguntarle sus nombres (una de ellas dijo que se llamaba Jessica), gafas de sol a la mayor y un pintalabios, que etiquetó como "la hermana de Jesica [sic] estará guapísima con su labial" mencionando poco después a la marca de cosméticos y de lentes sin darse cuenta de lo que acababa de hacer.
Pido perdón como español por la vergonzosa imagen de Anabel Pantoja aprovechándose de unas niñas cubanas para promocionar complementos de belleza, reproduciendo el repugnante arquetipo del #WhiteSavior y mostrando una despreciable actitud colonial.pic.twitter.com/cidzFmJVVN
— JuanitoLibritos🍑 (@JuanitoLibritos) August 28, 2019
Y la marca reposteando y compartiendo la burrada de ella, para que luego vaya a llorar y a decir que no fue intencionado.#AnabelPantojaIsOverParty#GraciasPorLasGafasAnabel pic.twitter.com/2eGeMktnfm
— 𝗣𝗢𝗟𝗜𝗧𝗢𝗡𝗢 (@politono_) 28 de agosto de 2019
Pero las redes pronto salieron al paso y, tal y como hicieran con Dulceida cuando cometió el mismo error en África, le afearon y criticaron lo que acababan de ver, por lo que Anabel Pantoja no pudo sino pedir perdón...
... a su manera. Porque al principio ni se creía la que se había formado y de lo que la acusaban (generar contenido patrocinado por una marca, sacando así provecho de la situación desfavorable de dos niñas de La Habana Vieja), pero luego expandiendo sus disculpas a todo el que se haya podido sentir mal por sus actos.
La exconcursante de Supervivientes 2014 intentaba justificarse en un comienzo al asegurar que, según ella, no estaba "publicitando una marca de gafas" y que todas esas marcas eran regalos de amigos y gentes que le habían dado para que se llevara en la maleta "y cederlas". Básicamente el trabajo de una influencer, pero erróneo.
Dicho esto, Anabel reconoce que "no quería dañar, por supuesto, la moral de cada ser humano que me está criticando", pero que lo hizo "con muchísimo gusto para darle una ilusión a esos niños y para nada que sea publicidad".
"Al revés", continúa (sin que lo que diga seguidamente sea en absoluto lo contrario), "son marcas, que son amigos míos, que me han dado sus productos para que me los traiga a La Habana y se los ceda a esta gente para que puedan tener una ilusión".
Por último, Anabel Pantoja manda un beso, dice que no lo volverá a hacer y, aunque en vídeos posteriores recalca que ha sido un error sacar menores, porque ella no haría nunca nada en contra de ellos ya que adora a los niños, hacer publicidad con ellos sin que fuera su intención y pedir disculpas por los vídeos (que dice han tildado de repulsivos) que, asegura, ya ha borrado, asegura: "Seguiré haciendo lo que me dé la gana y lo que me salga de aquí", tocándose el corazón.
Las disculpas de Anabel Pantoja. #GHVIP7 #AnabelPantojaIsOverParty pic.twitter.com/IO7s7A4OrU
— ▪️🔺pเzza c๏n pเña🔺▪️ (@addictreallity) August 29, 2019
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