«Los empresarios tienen las manos manchadas de sangre». Ésta es una de las críticas más duras que lanzan los sindicatos vascos cada vez que muere un trabajador. Sin emitir valoraciones, la Fiscalía de Vizcaya acusó el año pasado a 16 empresas de homicidio imprudente; 12 fueron condenadas y las otras cuatro fueron absueltas.
Las 16 imputaciones llegaron después de que la Fiscalía investigara 19 casos de accidentes mortales. ¿Cuándo se investiga? Casi únicamente después del siniestro. Y ésta es una de las quejas que planteó ayer Edurne Miranda, que actúa como fiscal coordinadora de siniestralidad laboral en Euskadi.
Explicó que en 2007 sólo en dos casos se abrió una investigación judicial por un presunto «delito de riesgo» como consecuencia de sendas denuncias de la Inspección de Trabajo. Es decir, en estos dos casos se detectó que no se cumplían las condiciones de seguridad laboral, sin que se hubiera producido ningún accidente.
Pero Miranda mostró su confianza en que a partir de ahora
Precisamente, ayer la fiscal se reunió con el secretario general de UGT en Euskadi, Dámaso Casado, quien desveló que una de las razones de las escasas denuncias de inseguridad se debe a que muchos delegados
Por su parte, en la misma línea, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo subrayó ayer que la base para reducir la siniestralidad laboral está en la
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