Tras conocer el incidente, la directora del IES Vila-roja contactó con la central nuclear, "desde donde nos dijeron que no había ningún problema, puesto que los alumnos no habían estado en contacto con ninguna zona de peligro", aunque -indicó Ródenas- se ofrecieron a realizar un control a los alumnos y profesores que visitaron las instalaciones "para estar más tranquilos".

La directora remitió una circular a los padres para consultarles la posibilidad de que sus hijos se sometiesen al control, a lo que respondieron afirmativamente. De esta forma, los alumnos se desplazarán hasta la central para someterse al examen "puesto que se trata de un controlador de partículas de doble posición que pierde precisión en caso de moverse", explicó Ródenas.

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