Las armas de airsoft, que a juicio de los agentes tenían una apariencia externa que podía ser "confundida por pistolas de fuego real", no tenían número de serie y el establecimiento carecía de las autorizaciones administrativas para comercializarlas.
Por esta falta de autorización, el local estaba incumpliendo las normativas en materia de armas, suponiendo un riesgo para la seguridad ciudadana por la falta de control administrativo, según el comunicado.
Esta operación está enmarcada dentro de las inspecciones preventivas que la Guardia Civil realiza en distintos establecimientos comerciales de la provincia.
Las armas destinadas a actividades lúdico-deportivas como las armas airsoft han tenido un auge durante los últimos años, según ha informado el cuerpo, por lo que como en muchos casos se tratan de imitaciones, en 2012 se elaboró una legislación para darles amparo.
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