Según ha explicado la alcaldesa, Amaia del Campo, en una visita a las obras recién finalizadas, los escalones existentes "dificultaban el acceso por la zona a las personas con movilidad reducida". "Buscamos una ciudad moderna, cómoda y accesible, y por ese motivo debemos ir realizando trabajos como este, que mejore la calidad de vida de nuestros vecinos", ha añadido.

Los trabajos se han ejecutado durante los últimos dos meses y han supuesto un coste de 48.222,41 euros. Para solucionar el problema de accesibilidad existente en la zona se ha optado por dotar a la acera de pequeñas rampas, manteniendo la anchura actual de la acera.

Además, se ha aprovechado la actuación para renovar la tubería de abastecimiento. "Cuando realizamos proyectos que requieren abrir las aceras, aprovechamos para renovar aquello que no se ve, que es tan importante como la propia acera", ha recordado Del Campo.

Así mismo, se ha aprovechado para mejorar el acceso al parque se sitúa en la zona, que ahora contaba con escalones. Para ello, se ha creado una rampa con una pendiente del 8% y se ha mejorado el aglomerado del pavimento. "También hemos dotado al parque de tres nuevos bancos que permitirán a las y los vecinos descansar en este espacio", ha destacado la alcaldesa.

Además de esta actuación, en el barrio de Burtzeña también se ha actuado en el entorno de la calle Munoa, donde se ha creado un paso en superficie regulado por tres semáforos que ha supuesto la eliminación definitiva de los túneles subterráneos. También se han eliminado las escaleras existentes entre las calles La Calzada y Munoa, para crear una rampa y se ha creado un nuevo acceso a la casa de cultura de Burtzeña para hacerla accesible.

"Hemos dado pasos pero sabemos que aún queda mucho trabajo por delante y vamos a continuar trabajando para lograr un Barakaldo y un Burtzeña más cómodos y accesibles", ha concluido la alcaldesa.