Quería tomarse la Justicia por su mano y por eso presuntamente hizo explotar seis pequeñas bombas de fabricación casera, desde el pasado 13 de marzo, en domicilios, en bares y automóviles de Elda, Sax y Novelda que podrían ser puntos de venta de drogas.

Un mes después, y tras una ardua investigación policial, el Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a un hombre, F. M. G., de 48 años, como presunto responsable.

Las seis explosiones no causaron daños personales aunque sí cuantiosos desperfectos, según fuentes de la Policía Nacional.

El motivo que le llevó a colocar los artefactos fue, según fuentes policiales, «amedrentar» a vendedores de sustancias estupefacientes para vengar así la muerte de un amigo toxicómano cuya causa atribuye el ahora arrestado a un consumo de drogas «de mala calidad» y «adulteradas».

Las pesquisas policiales que han logrado esclarecer esta macabra sucesión de estallidos permitieron descubrir que todas las detonaciones se había realizado en casas de presuntos narcotraficantes, cerca de ellos o en establecimientos donde se toleraba el consumo de estas sustancias.

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