La sentencia recoge como probado que el hombre el 12 de mayo de 2018, cuando tenía 88 años, subió sobre las 20.15 horas a una guagua de la Línea 17 en la zona del Centro Comercial Las Arenas de la capital grancanaria, y pese a estar "prácticamente vacía" la misma, optó por ocupar el asiento contiguo al que ocupaba la menor, que tenía en ese momento 15 años.
Posteriormente, y con el "propósito de satisfacer sus lúbricos instintos", recoge la sentencia, sometió a la menor a diversos tocamientos en la zona de la rodilla, muslo e ingles, quedando la joven en estado de shock, hasta que una pareja de usuarios se percató de lo que ocurría y recriminó al acusado su conducta.
Esto hizo que el ahora condenado abandonara precipitadamente la guagua en la zona del Centro Insular de Deportes, en Las Palmas de Gran Canaria.
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