La jueza envía a prisión a los 4 miembros de la nueva Manada de Manresa

Los cuatro hombres detenidos por la violación grupal de una menor en Manresa (Barcelona), a su llegada en furgón a los juzgados de Manresa.
Los cuatro hombres detenidos por la violación grupal de una menor en Manresa (Barcelona), a su llegada en furgón a los juzgados de Manresa.
Susanna Sáez / EFE
Los cuatro hombres detenidos por la violación grupal de una menor en Manresa (Barcelona), a su llegada en furgón a los juzgados de Manresa.

La titular del juzgado de instrucción número 7 de Manresa, en funciones de guardia, decretó este martes prisión provisional sin fianza para los cuatro acusados de violar en grupo a una menor de 17 años el pasado domingo en un piso de la localidad.

La magistrada así lo decidió este martes por la tarde, en un auto en el que considera que existe un alto riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de represalia por parte de los presuntos agresores contra la víctima.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) informó de que tres de los detenidos, todos de unos veinte años y de origen magrebí, se acogieron a su derecho a no declarar, mientras que el cuarto contestó a las preguntas de todas las partes.

En su escrito, la juez asegura que la menor "manifestó verbalmente y de forma clara que no quería mantener relaciones sexuales" con sus agresores y que incluso les pidió "que parasen, intentando apartarlos sin conseguirlo".

La Fiscalía solicita por ello que se investigue a los sospechosos por un delito de agresión sexual porque cree que la actuación de varios jóvenes de mayor complexión y edad justifican la existencia de intimidación o violencia, condiciones sine qua non para imputarles agresión sexual y no abuso, lo que aumentaría sus penas.

El Ministerio Público considera, además, que cada agresor realizó el delito "directamente sobre la víctima" y actuó "como cooperador necesario en relación a los tres restantes", por lo que "valora la intimidación/violencia empleada por los investigados para vencer cualquier resistencia de la víctima".

Versión "coherente"

Por su parte, la juez argumenta también su decisión alegando que la joven siempre ha mantenido la misma versión "coherente" de lo sucedido y era "consciente de todo lo que pasaba", pudiendo "observar los rasgos físicos de cada agresor".

Asimismo y "debido a la gravedad de la pena a imponer y que ninguno de los cuatro investigados tiene arraigo efectivo en nuestro país, ni medios de vida conocidos", la magistrada detecta un "alto riesgo de fuga", así como la posibilidad de que se produzcan "futuras represalias contra la perjudicada".

El auto también señala que los agresores "podrían ser" consumidores de drogas y residen "en un espacio sin luz y abandonado, idóneo para la comisión de este tipo de hechos con mayor impunidad", por lo que incide en el riesgo de reiteración delictiva.

La agresión sexual se produjo el pasado domingo sobre las 4 horas en un piso del centro de Manresa y coincidió con el juicio celebrado el lunes en la Audiencia de Barcelona contra seis sospechosos de haber violado en grupo a otra menor en una nave abandonada de la misma localidad en 2016.

La investigación comenzó después de que la joven contactara con el 112 para pedir ayuda con el móvil de uno de sus agresores, detenido posteriormente por la policía como propietario del teléfono, tras lo cual la víctima denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra.

En el marco de esta causa, los cuatro acusados —tres de los cuales identificados por la víctima en la calle— fueron conducidos el lunes al piso donde supuestamente cometieron la violación, un inmueble ubicado en una zona con varios edificios ocupados y semiderruidos, por lo que la policía catalana también investiga si el domicilio estaba ocupado ilegalmente.

Concentración de repulsa

Poco después de conocerse la prisión, varios centenares de personas se manifestaron en Manresa para expresar su repulsa por los hechos y apoyar a la víctima, convocadas por distintos colectivos feministas y por el Ayuntamiento, que ha anunciado un plan de choque para eliminar la conflictividad en la zona donde se produjo la violación.

Los congregados cortaron las principales arterias de la ciudad y marcharon por el centro histórico del municipio coreando eslóganes como "si nos tocan a una nos tocan a todas" o "no es no", a la vez que exigieron considerar la agresión como "parte del sistema patriarcal" y no como un "hecho aislado".

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