Barcelona protegerá 31 bares y bodegas emblemáticos

  • El Consistorio suspende por un año la concesión de licencias y permisos de obras en estos establecimientos.
El bar Leo de Barcelona.
El bar Leo de Barcelona.
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El bar Leo de Barcelona.

Hay bares que son más que bares y que representan, además de un punto de encuentro en los barrios donde se ubican, redes de creación de identidad vecinal y referentes patrimoniales del espacio público barcelonés. De estos locales, todos conocemos unos cuantos. Y, dada su importancia y necesidad de protección de su identidad, el Ayuntamiento ha querido redactar un listado inicial de 31 bodegas y bares que reúnen estas características, para preservar su esencia y singularidad.

El nuevo gobierno municipal surgido del 26-M estudiará en paralelo su incorporación al Catálogo de Protección Arquitectónico, Histórico y Paisajístico de los Establecimientos Emblemáticos de la Ciudad de Barcelona. Este documento se aprobó en febrero del año 2016.

Pero mientras esto no pase, y se vaya determinando su incorporación al catálogo, la Comisión de Gobierno del Consistorio ha tomado la decisión de suspender por un año la concesión de licencias y permisos de obras en todos estos establecimientos seleccionados. De este modo, se blinda que en este plazo de tiempo los locales sufran modificaciones o cambios sustanciales que le hagan perder su singularidad.

Gràcia, el distrito con más locales candidatos

Durante el periodo de estudio de entrada al catálogo, el listado de bares candidatos a ser preservados se podrá modificar o ampliar. Todo esto para "evitar los fenómenos que provocan la desaparición de los comercios tradicionales", ha explicado el Ayuntamiento. La relación de establecimientos iniciales que se quieren proteger incluye seis ubicados en Ciutat Vella, cuatro en el Eixample, cuatro más en Sants-Montjuïc, nueve en Gràcia, dos en Horta-Guinardó, uno en Nou Barris, otro en Sant Andreu y cuatro más en el distrito de San Martí.

Gracia es el distrito que acumula más candidatos, con nombres emblemáticos como por ejemplo la Bodega Quimet de la calle Vic número 23; la Bodega Manolo de la calle Torrent de les Flors número 101; la Bodega Cal Pep de la calle Verdi número 91; la Bodega Casas de la calle Providencia 64 o la Bodega Costa Brava de la calle Alzina número 58.

Dentro de Ciutat Vella, el barrio de la Barceloneta cuenta con tres bodegas en vías de protección, entre ellas, el Bar Leo, una institución del barrio al número 34 de la calle Sant Carles. En el Raval se blinda la Bodega La Masia, también tienda, en el número 56 de la calle de Sant Pau; la Bodega Montse, en el número 5 de la calle Arc de Sant Agustí y el Bar del Toro del número 2 de la calle San Gil.

En el barrio de Sant Antoni, la calle Parlament, una de las vías con más locales gastronómicos alternativos de la ciudad, se protegerá la Bodega Gol, en el número 10. En el Poblenou, otro vecindario obrero histórico asediado por la gentrificación, entrará dentro de este listado inicial la Bodega J. Cala, en el número 460 de la calle de Pere IV.

Listado definitivo cerrado a inicios del 2020

La teniente de alcaldía de Urbanismo, Ecología y Movilidad, Janet Sanz, ha remarcado que estas 31 bodegas forman parte del "patrimonio popular de la ciudad". "Los tenemos que preservar sí o sí, porque hacen que Barcelona sea una ciudad reconocible, con identidad y personalidad", ha defendido Sanz, que confía en que desde el Ayuntamiento se tenga terminada la propuesta definitiva a principios del 2020.

El Bar Leo, una institución de la Barceloneta

Las paredes de este local escondido de la calle Sant Carles del barrio de la Barceloneta de Barcelona, que se ha convertido en un templo de peregrinación, están consagradas al rumbero Bambino, al cantaor Camarón y a la familia de Leo, la propietaria del local, que nació a Granada y es a la vez el alma del establecimiento de tapas y copas. El mítico bar también cuenta con un 'jukebok', que aporta música de todos los tipos desde un rincón.

Bodega Quimet de Gràcia

El Quimet es una de las bodegas míticas de Gràcia. La segunda generación de propietarios dejó el negocio en 2010 después de cuatro décadas al frente. Los hermanos Carlos y David Montero han preservado su esencia añadiendo a los vinos y embutidos catalanes otros extremeños.

La bodega Quimet.
La bodega Quimet.
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