La canciller alemana, Angela Merkel, ha saludado de pie el himno francés y a medio centenar de participantes en el desfile militar celebrado este domingo en París con motivo del Día Nacional de Francia; el aniversario de la Toma de la Bastilla, tras semanas de rumores sobre su estado de salud.

Durante el evento, la canciller no dio ninguna muestra de debilidad, después de que este jueves rompiera el protocolo habitual al participar sentada en la recepción oficial realizada en honor de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la ciudad de Berlín.

Merkel no solo aguantó el himno de pie sino que saludó erguida a medio centenar de integrantes de la División de Paracaidistas y de la Iniciativa de Intervención Europea que incluye a Bélgica, Reino Unido, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Países Bajos, Portugal y España.

El 18 de junio, la canciller tembló al recibir con honores militares al nuevo presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Apenas nueve días más tarde, la jefa del Gobierno alemán sufrió otro episodio de temblores durante el nombramiento de la nueva ministra de Justicia, Christine Lambrecht.

En la rueda de prensa posterior con tras un subsiguiente encuentro con el primer ministro finlandés, Antti Rinne, Merkel restó importancia estos episodios, según informa el diario Bild. "Estoy bien", ha dicho la canciller, que ha explicado que esta superando lo ocurrido en el acto con Zelenski.

El proceso, ha añadido, "claramente no ha terminado, pero hay progresos y ahora debo vivir con esto durante un tiempo". "Pero estoy bien y no debe haber preocupación por mí", ha insistido la canciller.

"Creo que un día, igual que llegó se marchará", ha respondido al ser preguntada por sus aparentes problemas de salud. "Pero aún no es así", ha añadido, pese a lo cual, Merkel se ha mostrado "convencida" de que está cumpliendo con su labor.