El accidente de un globo que se registró el sábado en Segovia y que obligó al piloto a aterrizar en el patio de un hotel, se debió al fallo de uno de los quemadores, según ha confirmado el director de operaciones de la compañía "Flying Circus", Anulfo González, a la que pertenece el aerostático.

Sobre las nueve de la mañana del sábado, el globo, en el que viajaban diez personas, incluido el piloto, tomó tierra de emergencia en un patio interior del hotel "Puerta de Segovia", en el término de La Lastrilla, cerca del casco urbano de la capital, sin que se registraran heridos ni víctimas.

"Flying Circus" opera habitualmente en Segovia, desde 1989, de acuerdo con su responsable, organizando vuelos de placer sobre esta ciudad histórica y sus alrededores y bautizos en el aire, con un coste medio de 155 euros por pasajero, aunque se realizan descuentos a grupos.

Anulfo González, que no pilotaba el globo, ha explicado que el incidente fue cosa de segundos y es la primera vez que surge una dcosa así en uno de los aerostáticos de su compañía, y ha insistido en que no hubo daños personales.

La causa que apunta el director de operaciones de "Flying Circus" es el fallo de uno de los dos quemadores, que se llevan dobles, entonces, según González, el piloto tomó la decisión de aterrizar, tal y como establecen todos los procedimientos.

Según la compañía, el globo que sufrió el accidente "no aterrizó descontroladamente" sino en un punto donde el piloto creyó que los pasajeros no sufrirían lesiones, ya que en el entorno del hotel hay urbanizaciones de chalés y pasan cerca peligrosas líneas de alta tensión. Algunos clientes del hotel reconocieron haber

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