El sargento jefe del parque de bomberos de Pontevedra ha comparecido esta mañana en rueda de prensa para negar que se estén dando casos de "favoritismo" entre los trabajadores.

Afirmó que detrás de las críticas vertidas ayer por unos 15 bomberos, se encuentra "una mano negra que intenta jubilarme antes de tiempo".

Traslado de un trabajador

Francisco Lage defendió su inocencia ante las acusaciones vertidas por varios de sus subordinados, en un acto en el que estuvo acompañado por el concejal de Seguridad Ciudadana de Pontevedra, el nacionalista Guillerme Vázquez, y el concejal de Personal, el socialista José Antonio García Lores.

Precisamente este último subrayó ante los medios de comunicación que es totalmente incierto que se haya tratado "con favoritismo" a un bombero, de 43 años al que se le ha destinado al servicio de centralita.

"El Ayuntamiento tomó esa decisión a raíz del informe médico que nos trasladó este trabajador y hemos actuado, en este caso, con total transparencia y tenemos todos los documentos que lo acreditan", añadió García Lóres.

Razones humanitarias

A este respecto, el sargento jefe insistió en que se tomó la decisión "por razones humanitarias, porque el traumatólogo de este trabajador aseguró, en su informe, que de no retirarlo del servicio activo podría acabar, en unos cinco años, en una silla de ruedas".

En relación a la acusación de ha actuado con favoritismo sobre esta persona frente a otros trabajadores que superan los 60 años, "se están refiriendo a una persona que hace semanalmente más de cien kilómetros en bicicleta y que es un trabajador autónomo que se dedica a conducir un camión. Creo que es totalmente capaz todavía de hacer ese trabajo", dijo Lage.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE PONTEVEDRA.