«Los menores implicados en acosos deberían trabajar con niños que tienen problemas serios, como pueden ser lesiones, paralíticos cerebrales o inmigrantes». Esta idea la defendió ayer el juez de Menores del Juzgado número 1 de Granada, Emilio Calatayud, poco antes de participar en el seminario La educación a debate. Ser juez y parte.

El magistrado considera adecuada esta medida, puesto que, en su opinión, si los menores acosadores son condenados a trabajar con chicos con «verdaderos problemas», podrán saber «lo privilegiados que son ellos». De este modo, «los chavales se conciencian de las consecuencias de sus actos».

Calatayud es más partidario de obligar a estos menores a realizar trabajos en la comunidad, en lugar de que tengan que pasar un tiempo de reclusión por los delitos cometidos.

El reto de la educación

Eso sí, el juez opina que «los primeros responsables» del acoso escolar son los propios alumnos porque «se les habla mucho de derechos, pero muy poco de los deberes que tienen», algo que «también deben asumir como ciudadanos».

Desde su punto de vista, la educación «es uno de los retos fundamentales» del país para el futuro, si bien los padres «son los máximos responsables» de todo lo que rodea a sus hijos.

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