Aplazan el trasplante de riñón de la pareja que se conoció gracias a 'La Gramola'

La operación de trasplante de riñón de una pareja que se conoció a través del programa 'La Gramola' de Onda Regional de Murcia, después de que un hombre con insuficiencia renal crónica explicara su historia, y que estaba prevista para hoy en el Hospital Clínic de Barcelona, será aplazada al menos tres semanas por unas "dudas" surgidas a raíz de las últimas pruebas de inmunología.

Así lo explicó a Europa Press un portavoz del hospital, que señaló que tras las pruebas de inmunología que se practicaron el lunes, y que "debían ser rutinarias", surgieron "parámetros que hacían dudar".

Por ello, el centro hospitalario ha decidido aplazar la intervención al menos tres semanas a la espera de resolver las citadas dudas.

Gregoria Ruiz, una alicantina de 60 años de edad, decidió en 2003 de forma totalmente altruista donar un riñón tras escuchar una intervención radiofónica que Juan Pablo Baños realizó en el programa 'La Gramola' de Onda Regional de Murcia, en el que explicó que sufre insuficiencia renal crónica.

La dolencia obliga a Baños a recibir tratamientos de diálisis desde hace seis años y después de explicar su situación, la mujer no se lo pensó dos veces. "Me salió del alma ayudarle", señaló recientemente.

Por este motivo, habló con su familia y se decidió a contactar con el hombre que, al recibir la llamada, "no se lo creía", explicó la futura donante.

"Lo hago por amor a los demás", reconoció. Una decisión que fue reafirmando a lo largo de los tres años "largos" en los que el equipo de trasplantes del Hospital Clínic de Barcelona realizó múltiples pruebas tanto a la donante como al receptor. De ahí, se dieron cuenta de la compatibilidad "100%" que hay entre ambos.

"Es un milagro", se atrevió a comentar Gregoria, porque consideró que, incluso entre familiares, "es muy difícil" lograr unos resultados tan buenos. Por eso, de cara a la operación ambos se muestran muy ilusionados.

Una gran responsabilidad

Por su parte, el futuro receptor aseguró sentirse "efusivo y infinitamente alegre", aunque sin olvidar pensar en la "gran responsabilidad" ante un paso tan generoso como el que Gregoria, su "ángel" como la llamó, dará el próximo miércoles.

"Regalar vida en vida", así definió Juan Pablo un gesto como este y que espetó a que "entre todos" no resulte extraordinario, por eso ambos esperan que su historia sirva para concienciar a muchas otras personas y "conmoverles" para que sigan su ejemplo.

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