Se acerca la verbena de San Juan, una noche de fiesta en las playas de la capital catalana y los municipios de los alrededores, que al día siguiente dejará una contrapartida: toneladas y toneladas de desechos. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha informado este miércoles de que después de la celebración del año pasado recogió 22 a partir de las 6 de la mañana del día 24, cifra que supone que desde la medianoche del 23 y hasta que se empezó a limpiar, se acumularon los mismos residuos que se generan habitualmente durante una semana entera.

Este año, el servicio de playas del AMB, en coordinación con los ayuntamientos metropolitanos, iniciará las tareas para dejar limpia la arena a la misma hora, con un dispositivo especial que contará con seis coordinadores, 150 operarios, tres camiones compactadores, nueve cribadoras, 34 vehículos 4x4 y tres quads. Por su parte, las policías locales y los Mossos d'Esquadra se encargarán de que los que todavía estén de fiesta cuando se empiece a trabajar abandonen el espacio.

Para intentar conseguir que este año la cantidad de basura sea menor que la de 2018, el AMB ha impulsado una acción de sensibilización en las redes sociales bajo el lema 'En la playa como en casa, ni hogueras ni desechos', que ha contado con la participación de meteorólogos y periodistas catalanes.

Por otro lado, durante estos días, el ente supramunicipal está realizando un trabajo preventivo de retirada de elementos que pueden suponer un peligro, como por ejemplo pasarelas o redes de voleibol.

El AMB ha recordado que, para garantizar la seguridad, encender hogueras en las playas está prohibido, y ha lamentado que aun así, durante la verbena del año pasado se contabilizaron 310 a lo largo de todo el litoral metropolitano.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona recuerda en su web que en la ciudad no se pueden hacer hogueras sin el permiso del distrito e informa que este año se han autorizado un total de 24.

El Consistorio alerta de que no se tiene que "usar nunca ningún tipo de acelerdor" para encenderlas porque "la deflagración que causaría podría prender fuego a la ropa o a los cabellos de la gente". También advierte de que a las hogueras no se tienen que tirar "bidones, latas ni esprays" porque "pueden explotar" y desaconseja quemar neumáticos y plásticos.

Sin cohetes, truenos, tracas, bengalas y fuegos artificiales, no hay verbena de San Juan, y para que los ciudadanos los puedan comprar, este año hay 96 puntos de venta de pirotécnica en la capital catalana distribuidos en los diferentes distritos: uno en Ciutat Vella, dos en el Eixample, cinco en Gracia, nueve en Horta-Guinardó, ocho en Les Corts, 22 en Nou Barris, 12 en Sant Andreu, 15 en Sant Martí, 15 en Sants-Montjuïc y siete en Sarriá-Sant Gervasi. Su ubicación exacta se puede consultar en la web barcelona.cat/santjoan.

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha informado este miércoles de que, como cada año por San Juan, el 23 de junio el metro dará servicio durante toda la noche. "Es decir, los trenes circularán sin interrupción desde las 5 de la madrugada del sábado, 22 de junio, hasta las 12 de la noche del día 24 (hasta la finalización del servicio del lunes 24), de forma que estarán en marcha de forma continuada durando 67 horas", ha apuntado la compañía en un comunicado.

Desde las 10 de la noche del domingo y a lo largo de la madrugada y la mañana del lunes, habrá intervalos de paso de siete a nueve minutos en todas las líneas convencionales. En la línea 4, que da servicio en la Barceloneta y en el frente marítimo, de 2 a 6 de la madrugada serán de 5 minutos.

El Gremio de Pastelería de Barcelona prevé que se vendan casi 1,8 millones de cocas de San Juan, un 3% más que el año pasado, porque la verbena cae en puente y los precios se han mantenido respecto a 2018. Cuestan entre 16 y 35 euros, en función de la medida y el peso.