Ya no hay vuelta atrás. El Ayuntamiento bilbaíno se hará cargo de la gestión del Mercado de la Ribera. El alcalde Azkuna lo anunció ayer, a falta de 20 días para expirar el ultimátum que dio a los comerciantes para que comenzaran la reforma de la plaza.

Pero visto el retraso que acumulaba la sociedad gestora de La Ribera, el consistorio empezó hace unos meses a poner en marcha la maquinar legal para encargarse de la gestión. Y también de la reforma integral de la plaza, una tarea que comenzó a gestarse hace siete años y que, fruto de las disquisiciones entre los comerciantes, ha quedado en agua de borrajas.

Hasta ahora, porque el Ayuntamiento, como gestor, acometerá las obras de la reforma. De él saldrá la partida más importante para ejecutar las obras. Ya ha aprobado una partida económica de nueve millones de euros, seis de ellos, dados a conocer ayer, provenientes de Udalkutxa, el fondo económico de la Diputación para los ayuntamientos.

Eso sí, el proyecto que tiene entre manos el consistorio es sustancialmente diferente y mucho más barato al que habían gestado los comerciantes. De los 21 millones de euros que iba a costar la reforma planteada por la sociedad gestora del mercado, se pasará a los 14 millones, casi la mitad, según ha sabido 20 minutos.

La diferencia principal con el proyecto de los comerciantes es que ahora no se climatizará el mercado, una de las mejoras que más incrementaba la reforma. Aún así será un mercado “nuevo y moderno”, aseguró ayer Azkuna.

Las obras empezarán a finales de año con el arreglo de la fachada y el tejado, lo que más impera en estos momentos, debidos al estado de la plaza de abastos bilbaína, el mercado cubierto más grande de Europa.

Ahora falta saber “cuánto pondrán los comerciantes”, afirmó Azkuna, aunque los tenderos están encantados. La decisión municipal recudirá casi a la mitad el dinero que debían aportar inicialmente. “Nos beneficia claramente”, reconoció el presidente del Mercado, Jon Ander Ibarra.

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