Cáritas sitúa el empleo y la vivienda como los dos problemas más graves y lamenta que la pobreza se cronifica

  • El número de personas que acuden a Cáritas para recibir ayudas descendió en 2018, al igual que ocurrió en 2017, sin embargo, para muchas familias la pobreza se ha cronificado y se transmite entre generaciones. Actualmente, la entidad sitúa el empleo y el acceso a la vivienda como los dos problemas más graves.
Málaga.- Cáritas sitúa el empleo y la vivienda como los dos problemas más graves y lamenta que la pobreza se cronifica
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CÁRITAS DIOCESANA MÁLAGA
Málaga.- Cáritas sitúa el empleo y la vivienda como los dos problemas más graves y lamenta que la pobreza se cronifica

Así se ha puesto de manifiesto este lunes durante la presentación de la memoria anual por parte del obispo de Málaga, Jesús Catalá; y el director y la secretaria de Cáritas, Francisco José Sánchez e Isabel García, respectivamente. Cáritas destinó en Málaga 7.740.304 euros a sus diferentes recursos, ayudas y programas de intervención social en 2018.

Pese a las cifras de recuperación económica son muchos los hogares malagueños que aún viven una situación de necesidad. El pasado año un total de 26.830 personas se beneficiaron de las ayudas directas de Cáritas Diocesana de Málaga.

De los atendidos, el 75 por ciento fueron mujeres y el 56 por ciento de nacionalidad española. Han destacado, además, que más de la tercera parte de los atendidos, en concreto 3.891 personas, llevan acudiendo a Cáritas más de tres años, y 2.385 lo hicieron en 2018 por primera vez. También han apuntado que 1.470 atendidos han mejorado su situación respecto a ejercicios anteriores.

Entre los principales problemas detectados entre las personas atendidas están las dificultades de acceso a las necesidades básicas (86%), la falta de un empleo o paro de larga duración (78%), la escala protección social, sin prestaciones o con ayudas insuficientes (67%), la falta de formación académica y profesional (66%), una red de apoyo familiar insuficiente (54%), dificultad para acceder a una vivienda digna (27%) o problemas de salud físicos o psicológicos (25%).

En este sentido, la memoria de Cáritas evidencia que la atención a las necesidades básicas de las personas han supuesto el 39,4 por ciento del total de los recursos; mientras que un 31,3 por ciento se destinó a la ayuda para la vivienda y el 12,5 por ciento para el pago de suministros básicos como agua, luz y gas. En total de dedicaron 2.535.096 euros para los recursos en acogida y atención directa.

PREOCUPACIÓN DE LAS CÁRITAS PARROQUIALES

En la memoria se apunta que las Cáritas parroquiales situaron el empleo y la vivienda como los dos problemas más graves. El 64 por ciento de ellas se refirieron a la preocupación por la situación laboral de los atendidos: poco empleo y precario, contratos de días e incluso de horas, mal remunerados y con excesos de horas de trabajo, ha indicado Sánchez.

En este punto, personas migrantes, jóvenes con escasa formación y mayores de 50 son los que más dificultades tienen para acceder al mercado laboral. Pero también preocupa al 42 por ciento de las Cáritas parroquiales los problemas para acceder a una casa, por la subida del precio del alquiler, la escasa oferta de viviendas sociales o la poca efectividad de las ayudas.

Tanto en dichas Cáritas parroquiales como en los Servicios Generales se han llevado a cabo programas de intervención social para distintos grupos de personas: niños y jóvenes, mujeres, familias, inmigrantes, mayores y sin hogar; así como a proyectos de desarrollo comunitario y promoción social.

Además, coordinados desde los Servicios Generales se han desarrollado proyectos y programas de intervención social en el núcleo chabolista de Los Asperones; Caixa Proinfancia; pisos de inserción sociolaboral para inmigrantes; de acogida para estudiantes de la provincia sin recursos; la oficina Puerta Única para la atención de personas sin hogar y servicio de orientación jurídica. En total han participado 6.822 personas y se destinaron casi 574.000 euros.

En Cáritas defienden igualmente que el trabajo es, además de un derecho, "la mejor herramienta para la inserción social de las personas", de ahí que se hayan desarrollado proyectos de formación y capacitación además de apoyar iniciativas de autoempleo con la concesión de tres microcréditos por un importe de 15.422 euros.

En los dos pisos de inserción socialaboral para inmigrantes el 60 por ciento de las personas acogidas están realizando procesos formativos para el empleo. En 2018, cuatro de ellos han obtenido el graduado en ESO y siete se han incorporado a la vida laboral.

En el centro de formación para el empleo Sagrada Familia se han impartido cursos de atención sociosanitaria en domicilio, limpieza en edificios, auxiliar de mecánica y electricidad de vehículos, operaciones básicas de restaurante-bar y pretaller de electricidad del hogar. En ellos han participado 99 personas, de las que 21 han conseguido un empleo.

CENTROS SOCIOSANITARIOS

Respecto a los centros sociosanitarios se atendieron en 2018 a 722 personas: 181 en el Centro Gerontológico El Buen Samaritano; 24 en los apartamentos de mayores; 83 en el Hogar Pozo Dulce; 19 en la Casa de acogida Colichet, 152 en la Casa de acogida Nuestra Señora de la Merced y 263 en Calor y Café.

Además, han recordado que se abrieron los apartamentos Ramón Buxarrais, un nuevo edificio para personas mayores compuesto por ocho viviendas, situado en la plaza Alfonso XII. Al igual que los de Tomás de Cózar están destinados a acoger a personas mayores con autonomía para el desarrollo de sus tareas cotidianas. En su memoria, Cáritas indica que todos los recursos aplicados en estos centros supusieron 3.564.418 euros.

Igualmente, Cáritas Diocesana de Málaga destina el diez por ciento de sus recursos no finalizados a apoyar a las Cáritas del Tercer Mundo, además de apoyar proyectos concretos de desarrollo como el hogar para menores de El Chad, el centro de menores Hogar Lerchundi de Tánger, proyectos agroalimentarios en Venezuela, de empleo para mujeres en Kenia así como medicamentos para Caicara del Orinoco, en Venezuela.

"Toda esta gran obra es gracias a muchísima gente", ha dicho el obispo de Málaga, quien ha apuntado que hay que comprometerse "para ir transformando el mundo".

En Cáritas existen 1.615 voluntarios, además de 170 trabajadores contratados, de los cuales el 86,5 por ciento trabajan en los centros sociosanitarios. Además, existen en Málaga 6.218 socios y donantes de Cáritas Diocesana; quienes son precisamente la principal fuente de financiación, "personas que confían en nosotros como cauce efectivo de caridad y solidaridad".

En 2018, el 64 por ciento de los ingresos procedieron de recursos propios. El 36 por ciento restante de conciertos, subvenciones, y convenios con entidades públicas y privadas: Ayuntamiento de Málaga, Junta de Andalucía, IRPF, Fondo Social Europeo, Caixa y otras instituciones.

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