Llegan tiempos incómodos para los barceloneses que habitualmente usan el L1 del metro de Barcelona en el tramo que va de Clot a Fondo. En menos de dos semanas, el sábado 29 de junio, el servicio quedará cortado entre estas dos paradas y no se restablecerá hasta el 30 de agosto. El motivo son unas obras de renovación de vías y mantenimiento que costarán 20 millones de euros, según ha informado este lunes Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), y que obligarán a los usuarios de este tramo –90.000 los días laborables de julio y unos 70.000 los de agosto– a utilizar otras alternativas de transporte.

Los trabajos, ha apuntado el consejero delegado de TMB y director de la red de metro, Enric Cañas, supondrán "la mayor actuación de renovación de vías" que se ha hecho nunca. Un total de nueve kilómetros que ahora están montados sobre balastro pasarán a montarse sobre placa de hormigón, lo que facilitará el mantenimiento. Por otro lado, se sustituirán los dispositivos que permiten las maniobras y cambios de sentido de los trenes, se renovará señalización ferroviaria y en un tramo de vía próximo a Santa Coloma se aplicarán medidas para reducir vibraciones. Además, están previstas actuaciones en las estaciones, como por ejemplo, la instalación de nuevas líneas de peaje o la motorización de puertas de acceso.

El usuario del metro, ha explicado Cañas, casi no percibirá mejoras después de los trabajos, que básicamente serán de "mantenimiento", pero estos garantizarán que el servicio "no vaya a peor" y harán que tenga más "fiabilidad operativa".

Si se ha escogido el verano para hacer las obras, ha apuntado Cañas, es porque es la época del año "con menos movilidad urbana" –en julio el tramo de Clot a Fondo registra unos 40.000 usuarios menos los días laborables que de septiembre a junio (130.000), y en agosto, 60.000 menos– y porque la "elevada complejidad" de los trabajos, que comportarán abrir tres pozos de extracción de materiales, no permite hacerlos durante las noches.

El volumen de pasaje y la configuración de la trama viaria han llevado a TMB a descartar los autobuses lanzadora como alternativa principal y a recomendar el aprovechamiento otros transportes existentes. Así, la línea 9 Norte del metro y los trenes de Cercanías serán las opciones principales durante el corte.

Se habilitarán, sin embargo, dos servicios especiales de bus (con 26 vehículos en total), que enlazarán los transportes ferroviarios y las estaciones cerradas de la L1. Uno irá de Clot a Fabra y Puig y el otro, de Once de Septiembre a Fondo, y tendrán frecuencias de tres y cinco minutos, respectivamente, en las horas punta de los días laborables. Circularán durante las mismas horas que el metro.

En cuanto al intercanviador de la Sagrera, se mantendrá en funcionamiento para el enlace entre las líneas 9 Norte, 10 Norte y 5 del suburbano y R3 y R4 de Cercanías. Será también un punto de parada de la lanzadora de bus Clot - Fabra y Puig.

"Consideramos que en global la oferta alternativa de transporte será suficiente", dijo Cañas.

La información sobre los recorridos alternativos estará en la web de TMB y a la aplicación de la compañía.

Además, este lunes se ha puesto en marcha una campaña de información (con carteles, mensajes de megafonía, folletos, etc.) y las semanas previa y posterior al inicio de los trabajos habrá informadores en las estaciones.

El Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ejecutará dos actuaciones más en el metro que comportarán suspensiones parciales del servicio durante cinco semanas.

En la L2, entre Paral·lel y Sagrada Familia, del 27 de julio al 30 de agosto, por trabajos de mejora de las condiciones mecánicas de la vía, y en la L5, entre Can Vidalet y Collblanc, del 29 de julio al 1 de septiembre, por obras relacionadas con la futura estación de Ernest Lluch.