El colegio Dolores Medio es el único situado en el casco antiguo de la capital, en la calle La Luna. En él estudian 180 niños de Infantil y Primaria. Tienen los privilegios de vivir en el centro, pero cuando van al cole, lo pagan.

No tienen salón de actos, los ordenadores están en una galería que se dividió en dos para hacer una clase y un aula de informática, la biblioteca está en armarios empotrados, tiene barreras arquitectónicas por todas partes, y los más pequeños tienen que salir del edificio para ir al baño, situado en un pequeño inmueble frente al principal con el patio por enmedio.

Cuando termine la ampliación del hotel que tienen al lado, los de Infantil saldrán al recreo en poco más que un patio de vecinos. El inmueble dejará la pista encajonada y sin que dé el sol en todo el día.

El hotel se construye en un solar que el equipo docente había pedido hace años al Ayuntamiento para ampliar el centro. Según los profesores, el Consistorio rechazó la cesión por problemas de propiedad.

Hace dos semanas el equipo de gobierno municipal aprobó la venta de la parcela al hotel. Las obras esmpezaron antes de que se formalizara la venta y llevan un mes paradas.

El colegio de la calle La Luna recibó en 1993 el nombre de la maestra ovetense más famosa, la novelista Dolores Medio.

Es un edificio de 1885 diseñado por el mismo arquitecto que proyectó Villa Magdalena, Juan de la Guardia.

Los escolares de los año 60 lo recuerdan sus «aulas pequeñas, un colegio en miniatura», cuenta Mariví García. Entonces tenía 100 alumnos en cinco grupos y ahora unos 180 en nueve clases.

Lo único que ha crecido es el patio, que se amplió en los 90 mediante la cesión de unos terrenos que eran de la estación del Vasco.

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