El reciclado de medicamentos, tanto de envases vacíos como con restos de medicación, ha crecido en el País Vasco un 6% en los últimos cinco años y se ha situado en los 116,16 gramos por habitante, más de 12 puntos por encima del promedio estatal.

Así lo ha dado a conocer este jueves la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, junto a la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Álava y vicepresidenta del Consejo vasco, Milagros López de Ocáriz; y el director general de la iniciativa farmacéutica para el reciclado, Sigre, Juan Carlos Mampaso, que han informado sobre el balance de reciclado de medicamentos en Euskadi en 2018.

Los puntos de reciclado de medicamentos Sigre se implantaron en las farmacias vascas en 2002 y en la actualidad hay disponibles un total de 831 puntos (22.000 en España), de los que 436 se encuentran en Bizkaia, 283 en Gipuzkoa y 112 en Álava. Asimismo, Euskadi cuenta con 7 almacenes (4 en Bizkaia, 2 en Gipuzkoa y 1 en Álava) para guardar lo recogido en depósito y proceder a su posterior reciclado.

A su vez, los 7 almacenes, a través de la denominada logística inversa, se encargan de retirar los residuos de la farmacia y custodiarlos en sus instalaciones, en zonas habilitadas al efecto, hasta que son retirados por el gestor ambiental de Sigre.

La viceconsejera ha destacado que, además de aumentar la concienciación entre la ciudadanía, la propia industria farmacéutica ha avanzado en el desarrollo de diseños más ecológicos y sostenibles y, en la actualidad, uno de cada cuatro ha reducido su tamaño para facilitar su reciclado.

Moreno ha incidido asimismo en la importancia de que los pacientes no sólo lleven a los puntos de reciclado el medicamento en sí, sino también los envases y prospectos, para facilitar su clasificado, además de lo cual, los envases vacíos aún conservan y mantienen trazas del medicamento albergado, por lo que "deben recibir también un adecuado tratamiento medioambiental".

USO RACIONAL

Milagros López de Ocáriz, por su parte, ha hecho hincapié en que, al igual que el reciclado, es necesario aumentar la sensibilización hacia la gestión de los antibióticos y su "uso racional", ya que una de las principales preocupaciones crecientes es el incremento gradual de la resistencia a su efecto por el excesivo abuso.

Según ha señalado la vicepresidenta del Consejo Farmacéutico vasco, se calcula que en España, "este año pueden morir unas 3.000 personas por haber desarrollado resistencia a los antibióticos recetados".

En ese sentido ha aconsejado la revisión de los botiquines domésticos que se tienen en casa al menos una vez al año o cada seis meses y retirar todo lo caducado o que ya no se esté tomando.

El listado de los productos que hay que depositar en los puntos de reciclado incluye los caducados, sobrantes, jeringas, jarabes, blister, ampollas o recipientes, botes, frascos y cartonaje incluidos.

No hay que depositar en los puntos de recogida termómetros, agujas hipodérmicas, pilas, radiografías, gasas o pañales, como "acostumbran los farmacéuticos a encontrarse".

En este punto ha recordado que existen "tres momentos clave en el reciclado de los envases, vacíos o con restos de medicamentos: "al acabar un medicamento, al finalizar un tratamiento y al revisar el botiquín doméstico".

Por territorios, de los 116,16 gramos por habitante, Gipuzkoa fue donde más medicamentos se depositaron, 120 gramos por habitante, seguido de Bizkaia, con 115,92 gramos y Álava, con 108,36 gramos.

Finalmente López de Ocáriz ha recordado que la puesta en marcha de la receta electrónica en 2013 ha contribuido asimismo a reducir el volumen de medicamentos sobrantes y generados como residuo ya que, los farmacéuticos han detectado que "ya no se producen grandes acumulaciones de medicamentos recetados en las casas y los pacientes se llevan de las farmacias la medicación justa y ajustada".

AHORRO COSTES ENERGÉTICOS

Por su parte, el director general de Sigre, Juan Carlos Mampaso, ha destacado el "doble beneficio medioambiental y socio-sanitario ligado al reciclado de los envases y restos de medicamentos", que ha tenido una "gran acogida" en el País Vasco, hasta el punto de que Euskadi se "encuentra entre las comunidades autónomas en las que sus habitantes contribuyen en mayor medida al correcto reciclado de estos residuos".

El responsable de Sigre, entidad sin ánimo de lucro creada por la industria farmacéutica, ha afirmado que con el reciclado de los materiales de envases, cartón, plástico, vidrio, metales depositados por los pacientes vascos en los puntos Sigre desde su puesta en marcha en 2002, así como con la valorización energética de los restos de medicamentos utilizados como combustible para producir energía se ha conseguido el equivalente a evitar la tala de 29.000 árboles, un ahorro en el consumo de 10,8 millones de litros de agua y de 1,6 millones de litros de petróleo.

Mampaso ha valorado los resultados de una encuesta realizada entre los pacientes, entre cuyas conclusiones ha destacado que "un 95% de vascos ya ha tomado conciencia de la necesidad de reciclarlos y opina que no hacerlo es perjudicial para el medio ambiente y que tirar restos de medicamentos a la basura o por el desagüe contamina las aguas y daña los ecosistemas".

El responsable de Sigre ha remarcado que hasta la fecha, se han culminado "con éxito" los seis planes trienales emprendidos entre 2000 y 2017, en los que se han superado los objetivos inicialmente previstos y en la actualidad está en marcha el séptimo Plan trienal, correspondiente al periodo 2018-2020.

En cuanto al ecodiseño de los nuevos medicamentos, Mampaso ha señalado que se han llevado a cabo "más de 2.400 medidas e iniciativas de ecodiseño aplicadas por los laboratorios farmacéuticos, que "han conseguido reducir el peso o volumen de 1 de cada 4 envases de medicamentos dispensados a través de la farmacia, con la consiguiente reducción de materias primas y recursos naturales utilizados en su producción, envasado, transporte, conservación y reciclado".