El magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Elche no tuvo problemas en condenar a Botella al pago de 20 días de multa, a razón de 30 euros diarios: el incidente sucedió en presencia de una patrulla de agentes del Cuerpo Nacional de Policía que testificaron en el juicio.

El origen de la disputa tiene que ver con lo que rezaban los carteles: “Infracción urbanística. Obras sin licencia”. El Ayuntamiento de Elche había abierto en 2005 dos expedientes que determinaron que sendas casas levantadas en la propiedad de Botella carecían de licencia municipal y estaban en suelo no urbanizable. Consecuentemente se determinó su ilegalización y un nuevo expediente sancionador que en este caso alcanzó los 15.000 euros de multa.

Pero no terminaron ahí los disgustos del concejal ilicitano. El Pleno del martes guardaba una sorpresa final. El portavoz del grupo Socialista, Alejandro Pérez, elevó una moción “in voce” a la que se sumó la representante de Compromís, Angels Candela, y que dejó descolocado al grupo municipal del PP.

La líder de la oposición, Mercedes Alonso, no se encontraba en el Salón de Plenos al haber viajado a Madrid para tomar posesión como diputada. Manuel Latour, portavoz del PP en esta ocasión, calificó la propuesta de reprobación del edil como “una tontería”, recordando que legalmente Botella sólo estaba condenado por “un delito de faltas que no conlleva inhabilitación política”.

El concejal incluso se permitió un guiño irónico al señalar que “parecería que estamos hablando del complejo ‘Botella d’Or’ (en referencia a Marina d’Or), cuando son dos casitas de 90 metros cuadrados”. De poco sirvieron sus explicaciones ante una decisión política que lleva la condena judicial también al ámbito político. Al final del debate, los votos de PSOE y Compromís determinaron que Manuel José Botella, además de un particular condenado por la Justicia, es un edil reprobado por el Pleno Municipal.

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