Como casi todas las prácticas tradicionales ir a comprar carne, pescado o verdura directamente al mercado municipal está en peligro de extinción, si no que se lo pregunten a los seis vendedores que quedan en el mercado municipal Pedro Nolasco de Valencia.

El mercado tiene una superficie para albergar hasta 31 puestos (ocupados todos ellos en 1992) y a día de hoy sólo queda una carnicería, una pescatería, un puesto de aceitunas, otro de aves, una churrería y una verdulería.

"Los puestos han ido desapareciendo porque cada vez más viene menos gente a comprar. Hay muchos nidos de palomas dentro de las instalaciones y defecan encima de los clientes", explica Vicente Puchades, tiene un puesto de verduras.

Además carecen de luz, ya que la instalación eléctrica no va bien, y por ejemplo esta mañana han tenido que atender a oscuras. También las puertas de acceso al mercado no siempre cierran y la limpieza deja mucho que desear.

Desde el grupo municipal socialista han explicado que el Ayuntamiento se comprometió a trasladar el mercado de sitio, algo que también confirmaron los propios vendedores a 20 minutos y que no se ha hecho. Mientras el Consistorio o se ha querido manifestar al respecto.

Malvarrosa y Benimaclet los últimos en desaparecer

Los mercados de la Malvarrosa y Benimaclet han sido los últimos en cerrar la persiana. En el caso de la Malvarrosa una vendedora estuvo siete años sóla en el mercado. En los últimos años han pasado a mejor vida los mercados de Monteolivete, La Plata, Palacio Valdés y el de Colón.