Mañana, La 1 de Televisión Española (21.00 h) emitirá en directo la final de Eurovisión 2019. Horas antes de que se suba al escenario de Tel Aviv (Israel) para intentar conquistar Europa, hemos hablado con Miki Núñez, el 'triunfito' catalán que fue elegido por el público de Operación Triunfo para representar a España en el Festival de Eurovisión.

¿Soñó alguna vez con venir a Eurovisión?

Qué va. Ni me lo planteaba. Es una de esas cosas que ves imposibles. Desde fuera lo veía como el mejor concurso de canciones de la historia, al que solo iban los mejores cantantes de cada país. Resulta que no, que también podemos ir los mediocres (risas).

¿Cómo está viviendo esta experiencia?

Está siendo intensa pero maja. Hay muchísimo trabajo detrás. Dormimos lo justo pero ojalá ensayáramos aún más. Llevamos tres meses preparando esto y ha sido una locura máxima.

¿Qué es lo que más le está sorprendiendo de Eurovisión?

La perfección en los horarios. Está todo muy estipulado. Te marcan dónde tienes que estar, cómo tienes que estar... todo está absolutamente medido. Es súper fuerte, pero o se hace así o una cosa tan grande no saldría adelante.

¿Hay algo que le esté decepcionando?

No, no hay nada que me esté defraudando. Nos sentimos como en casa, la gente aquí es muy maja y no le pongo ninguna pega, excepto el poder ir a la playa dos horas algún día.

¿Ha tenido tiempo de hacer turismo?

Apenas he tenido nada de tiempo para ver Tel Aviv, pero he visitado los mercados. También sacamos algo de tiempo para ir a Jerusalem. He ido al muro de las lamentaciones, a la torre de David y al Santo Sepulcro. Los bailarines sí que se lo están pasando bien: mientras yo estoy de promoción y haciendo entrevistas, a ellos los veo en la playa y haciendo un montón de cosas a través de sus 'stories' de Instagram.

Cuando se filtraron las primeras imágenes de sus ensayos recibió muchos comentarios negativos. ¿Le criticaban más en OT o en Eurovisión?

No lo sé porque yo en Operación Triunfo estaba dentro de la Academia, pero creo que bastante más en OT. O igual. No puedo gustarle a todo el mundo. Cuando criticaban los ensayos pensamos "qué bien que ahora se nos critique porque luego solo podemos ir para arriba".

También ha recibido críticas por ser catalán y representar a España en Eurovisión. ¿Cómo lo lleva?

Hay cuatro personas que hacen mucho ruido y tienen derecho a dar su opinión. Que hablen. Como catalán estoy orgulloso de representar a España.

¿Haría una versión en catalán de La Venda?

No se ha planteado. La canción así se entiende también en Cataluña. No hace falta cambiarla.

¿Qué va a ver Europa en su actuación para votarle?

Van a ver muchísimo color, movimiento, fantasía, fiesta... La Venda es una canción súper movida, y como al ser en castellano no la va a entender todo el mundo en Europa, con la puesta en escena hemos querido remarcar que es un tema de alegría. Creo que al haber tanto revuelo en las redes sociales con la marioneta que sacamos al escenario, cuando salga España, todos se acordarán de nosotros por la marioneta. Paco, que así la hemos bautizado, pasará a la historia. Además se llama como mi abuelo y mi tío. Es fantástico.

En el sorteo de posiciones de actuación le ha tocado cantar en la segunda parte. ¿Por qué lo considera tan importante?

Me puse muy contento cuando el azar determinó que yo iba a cantar en la segunda parte. Como las votaciones comienzan al final del programa, si te toca cantar al principio siempre te queda la duda de si la gente se ha olvidado de las primeras canciones. Además, una canción como La Venda, que es para cerrar las fiestas de los pueblos y demás, tiene que estar al final.