Empresarios de metal y madera abogan por una Industria 4.0 "más productiva, segura y humana" ante los riesgos emergentes

  • Los empresarios del metal y la madera han realizado un trabajo de investigación que pone "en el centro" a las personas para visibilizar y dar solución a los riesgos laborales emergentes que surgen de la relación persona-máquina para alcanzar una Industria 4.0 "más productiva, segura y humana".
Empresarios de metal y madera abogan por una Industria 4.0 'más productiva, segura y humana' ante los riesgos emergentes
Empresarios de metal y madera abogan por una Industria 4.0 'más productiva, segura y humana' ante los riesgos emergentes
EUROPA PRESS
Empresarios de metal y madera abogan por una Industria 4.0 'más productiva, segura y humana' ante los riesgos emergentes

La primera fase de esta iniciativa, que lleva por nombre 'R-Evolución Industrial: Prevención y retos 4.0', ha sido presentada este miércoles por el presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval), Vicente Lafuente; el presidente del Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidimme), Fernando Saludes, y el director general de Unimat Prevención, Ignacio López-Lapuente.

Este proyecto "pionero y colaborativo" da visibilidad a los riesgos laborales emergentes que surgen de la relación persona-máquina, así como a las "ventajas, obstáculos y retos" de las nuevas tecnologías, y da respuesta a desafíos hasta ahora "desconocidos e inexplorados" y, "por primera vez", lo hace desde tres visiones: empresarial, preventiva e innovadora.

Lafuente ha detallado que con la primera fase de esta iniciativa ofrecen pautas para hacer la Industria 4.0 "más productiva, segura y humana, porque la salud y seguridad laboral son valores innegociables y no hay nada más improductivo que un accidente".

Asimismo, ha señalado que, ante la reinvención de los perfiles profesionales, debe darse "un cambio en el corazón de la estructurar organizativa para dar un salto de la cultura del control a la cultura de la confianza".

"Hay que poner en el centro a las personas, porque cualquier transformación, sea digital o no, comienza por ellas. En un momento en el que la tecnología se ha situado como telón de fondo en nuestras vidas, tenemos que articular y poner en práctica estrategias para que las personas trabajadoras no paguen un peaje emocional ni físico", ha sostenido el presidente de Femeval.

En este contexto, ha puntualizado que la gestión de los riesgos laborales debe abordarse con un planteamiento "absolutamente integral", por lo que considera que es necesario desarrollar un marco legislativo para determinar las responsabilidades de seguridad y salud laborales, así como integrar a las nuevas tecnologías en las normativas.

SISTEMA EDUCATIVO ADAPTADO

En la misma línea, ha pedido un sistema educativo adaptado al nuevo escenario tecnológico, así como "acabar con la obsolescencia de los actuales planes de formación para dar paso a la adquisición de competencias transversales centradas en ámbitos más humanos de las máquinas que las máquinas no pueden alcanzar, para evitar el desempleo tecnológico".

Lafuente ha señalado que, según las estimaciones, en 2022 el sector de las profesiones emergentes aumentará su participación en el empleo total hasta el 40 por ciento, por lo que ha apuntado que las empresas deben implantar estrategias y planes de formación "suficientes".

Además, ha comentado que en 2025 habrá más de 50.000 millones de dispositivos IOT conectados y que los robots industriales registrados en el mundo aumentarán desde 2,4 millones en 2017 hasta los 3,8 millones en 2021.

TECNOESTRÉS O INVASIÓN DEL ÁMBITO PERSONAL

En este sentido, el proyecto contempla las ventajas competitivas de la incorporación de nuevas tecnologías, pero también los cambios en las condiciones de trabajo, como extensión de jornadas o nuevas formas de contratación, que potenciarán la aparición de riesgos laborales, como tecnoestrés, tecnofobia, inseguridad laboral, sedentarismo asociado con obesidad o una invasión del ámbito personal.

Por ello, las entidades han planteado una guía, que está hecha "a medida" para las empresas de madera y metal, pero Lafuente se ha mostrado convencido de que los datos son extrapolables a otros sectores, que propone actuaciones como técnicas de mentoring, códigos éticos que contemplen el derecho a la desconexión o evaluación de riesgos psicosociales.

Lafuente también ha resaltado que aspiran a una "revolución tecnológica inclusiva", en la que se incluye la dimensión legal, ética y social. "Las nuevas tecnologías en sí mismas no implican efectos positivos o negativos; es la forma en la que se utilizan la que determina unos resultados beneficiosos o perjudiciales. Trabajemos con y no contra ellas", ha apostillado.

ALCANZAR COMPETITIVIDAD "CUIDANDO LA SALUD"

Por su parte, López-Lapuente ha asegurado que las empresas pueden alcanzar la competitividad "cuidando la salud de las personas" y ha desgranado algunas ventajas de las novedades tecnológicas, como la disminución de tareas repetitivas y la peligrosidad, ya que estos trabajos los realizarán robots; la menor exposición a ámbitos contaminantes; o la flexibilidad laboral, lo que mejorará la conciliación.

"El caballo de batalla está asociado al impacto por el cambio tecnológico", ha señalado el director general de Unimat, que ha explicado que la segunda fase del proyecto será analizar cada dispositivo y cada tecnología desde el punto de vista preventivo y del riesgo.

Por otro lado, Saludes ha añadido que se trata de una "revolución industrial revolucionada" y ha resaltado la importancia de "minimizar los riesgos y superar los desafíos" para alcanzar una mayor integración productiva.

Este trabajo de investigación está impulsado por Aidimme, Femeval, Unimat Prevención, la Federación Empresarial de la Madera y el Mueble de la Comunitat Valenciana (Fevama), la Unión de Mutuas y la Agrupación Empresarial para la Innovación de los Procesos Productivos del Metal y Afines (Valmetal).

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