Hasta el pasado 7 de marzo era el único púgil español en activo que poseía un título europeo, el del peso supergallo. Pero tras un polémico combate contra el británico Rendall Munroe en Nottingham, «me robaron la pelea», según afirma, Kiko Martínez perdió la corona. Tiene un record de 17 victorias en 18 combates.

¿Fue merecida la victoria de su rival?

El británico no hizo nada por ganar. Sólo que tenía el público a su favor e influyó en la decisión de los árbitros. Pero asumo la derrota porque esto es deporte y sigo entrenando.

Pero no renuncia a recuperar el título europeo...

En absoluto. Sigo trabajando muy fuerte a diario para ganar de nuevo. Si todo va bien, en mayo volveré a pelear con el objetivo de convertirme en aspirante oficial al campeonato; y en unos cinco meses podría pelear de nuevo por el título que perdí.

¿Se marca otros objetivos?

Me gustaría ser campeón del mundo e ir a pelear a EE UU, que es donde más dinero se gana y uno se siente deportista. En España se margina bastante al boxeo.

¿Es el boxeo un deporte salvaje, según dicen algunos?

Para nada. Todo está muy controlado por los servicios médicos. Es un deporte honesto, noble, aunque muy sacrificado. Si levanta tanta pasión será por algo, ¿no?.

¿Le han ofrecido dejarse perder en algún combate?

Nunca. Creo que todo eso son leyendas urbanas que sólo pasan en las películas, y aunque así fuera, nunca lo aceptaría, ante todo por honestidad.