El presidente de Expoagua, Roque Gistau, ha asegurado hoy que la crecida que registra el río Ebro no afectará "ni a los plazos, ni a las obras" de la Expo 2008, que se ejecutan en el meandro de Ranillas de Zaragoza.

Gistau hizo estas declaraciones antes de tomar parte en la inauguración del IX Congreso de Periodismo Digital de Huesca , donde una de las ponencias programadas se refiere al agua, en sintonía con el lema de la Expo "Agua y desarrollo sostenible".

Una crecida "menor y prevista"

El responsable Expoagua , la sociedad pública que construye la Expo, ha señalado que el aumento del nivel de las aguas en el Ebro corresponde a una crecida "menor y prevista", que no superará los tres o cuatro días de duración, y que incidirá de forma poco significativa en las obras de la muestra internacional, que se abre al público el 14 de junio próximo.

Destacó que, desde asumió su actual responsabilidad al frente de la Expo, ha explicado en distintos foros que las obras están concebidas desde un principio con la idea de que una parte del meandro "sea inundable".

"Esto -añadió- no es, por tanto, una sorpresa para nosotros, porque que la crecida estaba prevista y, aunque es verdad que nos está paralizando algunas partes de la obra como el anfiteatro o las plazas temáticas, no afecta en absoluto ni a las obras en su conjunto ni a los plazos".

En respuesta a las preguntas de los periodistas, que "si la crecida durase tres meses, obviamente influiría, pero es evidente que estamos manejando datos estadísticos racionales, con la previsión de que el nivel alto del río no supere los tres o cuatro días, y con estos plazos no hay ningún problema".

La cresta de la crecida del río Ebro esta prevista que llegue a Zaragoza esta noche con unos 1.300 metros cúbicos por segundo, según las predicciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

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