Presencia de mujeres y cuidado con el lenguaje, recetas de '20Minutos' para afrontar el futuro del 8-M

Tras el éxito del 8-M en 2018 y 2019, aún queda mucho camino por recorrer para que la igualdad entre hombres y mujeres sea real y en este proceso tiene un papel muy importante la prensa. 20Minutos ha participado este jueves una mesa de debate de Madrid Foro Empresarial donde ha quedado patente que el lenguaje que se emplea al hablar de violencia de género o la presencia de mujeres protagonistas, expertas y opinadoras son elementos a tener en cuenta.

La redactora de Política de 20 Minutos Clara Pinar, la redactora jefa de Género de eldiario.es, Ana Requena, y el director de cine Fran Arráez han mantenido una conversación en torno al título "Post #8M ¿y ahora qué?" patrocinada por Deusto Business School, Ibercaja y la Asociación Madrileña de Mujeres Directivas y Empresarias (AMMDE) sobre lo que han supuesto los últimos dos Días Internacionales de la Mujer en España, en qué han cambiado las cosas y qué ocurrirá de ahora en adelante.

Uno de los primeros consensos es que el movimiento estÁ plenamente instaurado ya en la agenda política y que uno de los factores a tener en cuenta en su desarrollo será el resultado de las elecciones generales del próximo domingo, en las que por "reacción" previsiblemente entrará con fuerza en el Congreso una fuerza que rema en contra de las políticas de igualdad.

Para avanzar en la igualdad hay que procurar también dar a las mujeres un espacio comparable al de los hombres en los medios de comunicación. Pinar ha incidido en que el compromiso editorial por la igualdad de 20 Minutos pasa por una presencia de mujeres en sus páginas correlativa a su presencia en la sociedad y entre su audiencia, prácticamente paritaria con los hombres, en noticias, entrevistas y reportajes que no sólo se centran en la élite femenina, sino que dan voz a todo tipo de mujeres y circunstancias.

Respecto a la peor cara que plantea la desigualdad, la violencia de género, el periódico cuida especialmente el lenguaje que emplea para informar de ella, con una redacción que evita reflejar una justificación del agresor o culpabilizar a la víctima.

Además, existe una intención muy clara en aumentar cada vez más el listado de mujeres columnistas, para que la opinión sea cada vez más compartida entre hombres y mujeres, así como de expertas a la que se consulta para las distintas informaciones y reportajes.

A este respecto, eldiario.es ha creado un listado interno con expertas mujeres con las que contactar, según ha afirmado Requena, responsable en este periódico de que las informaciones tengan perspectiva de igualdad o de informar sobre temas que no están en la agenda politica, pero no por eso no son importantes. Por ejemplo, se ha referido a un reportaje de datos relacionado con el elevado número de cesáreas que se practican en España, algo que, ha explicado, tiene una incidencia directa en la salud de las mujeres.

Requena ha aludido a la necesidad de poner fin a las cuotas, pero DE las que hoy se benefician los hombres, no las mujeres, puesto que son ellos los que están sobrerrepresentados, y en la importancia de que el cambio hacia la igualdad se produzca en también en la esfera privada, en la vida de familia y pareja de cara a asegurar la conciliación y que la mujer pueda desarrollar una carrera profesional en las mismas condiciones que el hombre.

El debate se ha producido en un momento de máxima expectación por lo que suceda en las elecciones de este domingo. Una de las incógnitas será la fuerza con la que entrará Vox en el Congreso, con un discurso que, por ejemplo, cuestiona las políticas contra la violencia de género, y en cómo los difíciles equilibrios que se prevén de cara a la próxima legislatura afectarán a las políticas de igualdad.

De momento, al menos, la valoración general es que los partidos se han cuidado de incluir en sus programas medidas encaminadas hacia la igualdad. Queda mucho por hacer, porque todavía se imponen los debates solo entre candidatos hombers y la campaña apenas ha rozado cuestiones como conciliación y brecha salarial. Por lo menos, han apuntado, la igualdad se ha convertido en una exigencia, aunque para unos sea más ética y para otros, más electoral.