Rivera ve al PSOE "podemizado" y pide a Sánchez "no rodear el Congreso ante la investidura de Ciudadanos"

Albert Rivera, en un desayuno informativo.
Albert Rivera, en un desayuno informativo.
EFE
Albert Rivera, en un desayuno informativo.

Programa, fichajes, pronósticos, optimismo, pactos. Todo eso ha abordado este jueves un Albert Rivera que quiere dar imagen de presidenciable a solo tres días de la cita con las urnas. Mantiene que Ciudadanos es la única opción para que España vaya "hacia delante", pero es consciente de que, aunque quiere hacerlo sin Sánchez, no puede hacerlo, al menos, sin Casado.

En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el que fue presentado por Edmundo Bal, Rivera aseguró que ha llegado de revisar "tanto lo que funciona como lo que no funciona". Bal definió a su candidato como "el amigo de toda la vida", una persona educada "en la cultura del esfuerzo" que hace las cosas "por sí mismo". "Para Albert, siempre se puede", concluyó el exabogado del Estado en su ponencia.

El presidente naranja aventuró que hay dos opciones: "Quedarnos paralizados en la batalla de rojos y azules, o abrir una nueva etapa política". Lo que se juega el 28-A es "tener un Gobierno que defiende la igualdad entre españoles". Viajó a los debates para apuntar que en los platós se vio "lo que no se merece España", en referencia a la figura de Pedro Sánchez. "El problema es que la derecha por complejos y la izquierda por sectaria ya no tienen un proyecto de país".

"El PSOE ha quedado en un partido podemizado, que en vez de respetar la democracia rodea parlamentos", sostuvo, y espera que "el señor Sánchez no rodeé el Congreso cuando vayamos a la investidura de Ciudadanos". Como ha venido sosteniendo en los últimos meses, Rivera reivindicó la necesidad de que los socialistas "pasen a la oposición". "La sociedad española es más abierta, más moderna, así que confío en que el domingo va a haber un cambio".

Con mucha seguridad, el líder de la formación naranja esgrimió que habrá "un vuelco" y un Ejecutivo "liderado por Ciudadanos". Recordó que le llamaron "loco" cuando empezó en política: "Pero claro que se puede. Montamos el partido, y la montamos", dijo sobre los éxitos de su formación. "Ahora estamos peleando de tú a tú por gobernar España". En este sentido, volvió a elevar su propuesta del "centro político" y comparó el proyecto de Cs con lo que propuso UCD en la Transición. Y también negó que Ciudadanos sea "un partido bisgara". Terminó pidiendo el voto: "Si les gusta Cs, vamos a por ello".

Un Gobierno con "señas de identidad"

Albert Rivera prosiguió aventurando que el próximo Gobierno "tiene que recuperar las señas de identidad" de los españoles. Citó a Obama para decir que "quien divide una sociedad no puede gobernarla". En eso, según él, han caído los socialistas. "Yo quiero ser el presidente de todos los españoles", comentó, recurriendo a un mantra utilizado por todos los candidatos en campaña electoral. Rivera ve al PSOE "podemizado" y pide a Sánchez "no rodear el Congreso ante la investidura de Ciudadanos"

"En Europa ya nadie habla de izquierda y derecha", advirtió enarbolando la bandera "contra los populismos". Eso sí, Rivera es consciente de que queda "el último empujón" para convencer a los indecisos. "Es muy importante la movilización". En el reparto de escaños, el presidente del partido liberal mantuvo la mano tendida al PP para "que haya cambio". Eso no implicó un guiño a Casado, pues ve a su principal rival en el centro derecha con un partido "desinflado". "Si hay un solo escaño más, Sánchez e Iglesias se irán a la oposición".

"Yo me comprometo a impulsar varios pactos de Estado, pero para eso hay que ser generoso, hay que ceder". Ciudadanos, en palabras de Rivera, hablará "con todos" aunque "piensen diferente". "Dejemos ya de pelearnos con los huesos de Franco y con el aborto", añadió en un dardo a partes iguales a socialistas y populares: "No quiero mirar más al pasado".

Apuesta por pactos de Estado

Acuerdos en educación o sobre la despoblación son los ejemplos usados por Rivera para reforzar su tesis. Se llevarían a cabo en los primeros 100 días, anunció. "Hay que volver a darle importancia a toda España", desarrolló, apuntando que su idea de país incluye tanto a las grandes ciudades como los pueblos. "El dinero y los recursos no pueden estar para enchufar a la gente", apostilló Albert Rivera, que insistió en su idea, por ejemplo, de suprimir las diputaciones para que esas zonas "vayan como un tiro".

Para lo que sí viajó al pasado el líder de Cs fue para recordar que la Transición fue "un pacto de renuncias". Eso es lo que los políticos tienen que hacer "para llegar a acuerdos". Pero puso un cordón sanitario "a los que quieren liquidar este país", y acusó al nacionalismo de "desdibujar la España constitucional". "Hay poblaciones de Cataluña donde el Estado no existe".

"La ley de Torra, a veces, se impone sobre la Constitución", dijo con firmeza, antes de pedir que "haya respeto y no amenazas de muerte" en todos los rincones del país. "Hasta que no podamos ir a algún lugar de España con libertad, no podemos referirnos a la libertad".

En la España que plantea Rivera mandará la libertad, sostuvo. "Nadie nos tiene que decir cuál es nuestra identidad", prosiguió, antes de colocarse en frente del nacionalismo, que es "una idea nociva". "No lo digo yo, lo dice toda Europa", sentenció antes de avisar a Sánchez de su condescendencia con esas ideas. "Que sigan por ahí, que les va a ir como en Andalucía". Lideró, de nuevo, un lema muy repetido de cara al domingo: "Quiero un país que mire hacia adelante".

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