La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press y contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo (TS), recoge que, aunque es "factible" que los abusos hayan tenido lugar, existen "dificultades" para

corroborar el testimonio incriminador "tanto por parte de los testigos como del informe pericial". Así, indica que "no existe prueba de cargo suficiente" de que el acusado hubiera cometido los actos denunciados "para desvirtuar el principio de presunción de inocencia".

La Fiscalía pedía nueve años de cárcel para el acusado, una orden de alejamiento respecto a la niña durante quince años y una indemnización para la misma de 10.000 euros. Además, había solicitado la prórroga de la orden de alejamiento cautelar hasta que se emitiese una resolución judicial firme.

El tribunal considera probado que el acusado, su pareja y la hija de ella, nacida en el año 2000, convivían en Vigo desde el año 2003, así como que, en junio de 2016, la adolescente informó a su tutor del instituto de que había sido víctima de abusos por parte de la pareja de su madre desde que tenía "13 o 14 años".

El escrito recoge que ella aseguró a su profesor que el acusado había comenzado a realizarle tocamientos en principio por encima de la ropa y luego por dentro, así como que, posteriormente, la había obligado a hacérselos a él cuando su madre no se encontraba en el domicilio familiar, donde tenían lugar los supuestos abusos, o mientras dormía. El resumen de hechos probados también indica que, tras la reunión de la niña con su tutor, el centro educativo trasladó esta información a la Comisaría de Policía.

La joven ha sostenido que su primer recuerdo de los actos denunciados se remonta a cuando ella tenía 10 años y que, desde que tenía 13 o 14, el acusado le realizaba tocamientos mientras le daba masajes en la espalda. También ha detallado que él "se ponía de mal humor cuando ella le decía que la dejase, por lo que accedía a lo que le pedía". En los actos denunciados también se recogen episodios de masturbación, sexo oral y un intento de penetración por parte del acusado.

Asimismo, según recoge la sentencia, la joven ha manifestado que también relató a varios amigos los hechos denunciados y que estos tuvieron lugar hasta el año 2016.