El Ayuntamiento de Alicante sancionará con cuatro meses de suspensión de empleo y sueldo a J. L. T., administrativo que trabaja en el Centro Social nº 5 (Virgen del Carmen) porque se negó a hacerse una fotografía digital de su mano para que la Concejalía de Recursos Humanos la pudiera utilizar como huella digital en el sistema de acceso a dependencias «obligatorio para todos los funcionarios».

Según consta en el expediente municipal, este funcionario «no se opuso al control de su presencia, siempre y cuando se realizara de cualquier otra manera que no atañera a su cuerpo, ya que este sistema afecta a libertades individuales. Según él, la medida era ilegal y desproporcionada».

El departamento de Recursos Humanos argumenta que J. L. T. «se negó a usar el reloj biométrico (huella digital) de control horario y tan sólo enviaba hojas de control de firmas para justificar su asistencia al trabajo».

La Concejalía, amparándose en el Tribunal Constitucional, expone que «la intimidad corporal no se extiende a todo el cuerpo, así que tomar una foto de la mano no provoca pudor», además, «se garantiza la privacidad de la huella del usuario».

«Es un despropósito y el Ayuntamiento lo que quiere es perder otro asunto en los tribunales», declaró un portavoz de la plantilla municipal, de CC OO. Este funcionario «no ha faltado a sus obligaciones» y hay «algunas sentencias europeas que le dan la razón», añadió.