Las viviendas para jóvenes, que se han convertido en la receta de todas las administraciones para renovar generacionalmente el casco histórico, se encuentra con el mismo problema que todo tipo de proyecto urbanístico en el recinto de intramuros: que no hay suelo donde construirlas.

Aún así, parece que se están haciendo algunos esfuerzos por levantarlas y que sean viviendas protegidas y a precios asequibles, y no sólo para los jóvenes sino también para sectores de población en riesgo de exclusión.

Así, la Junta de Andalucía dispone de un inventario de 44 edificios vacíos y siete solares en desuso en los barrios de Santa María, El Centro San Carlos, el Mentidero, El Balón y La Viña. Pero para poder hacerse con ellos y levantar las VPO proyectadas, se necesita también la colaboración del Ayuntamiento.

Así, tras la realización del inventario, se va a proponer que se realicen una serie de promociones de viviendas protegidas que ayuden a hacer asequible esta necesidad básica a los colectivos que no pueden acceder al mercado libre de viviendas, citando la Administración autonómica tres en concreto: jóvenes, población mayor de 65 años y las familias monoparentales.

Pero para alcanzar este objetivo se precisa que el Ayuntamiento en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana califique para vivienda protegida los solares en desuso y los edificios vacíos del casco histórico.

Los barrios de El Centro y El Balón son los que disponen de más inmuebles cerrados, trece cada uno, frente a los siete de Santa María, los cinco de El Mentidero, e idéntico número de edificios clausurados en La Viña.

Solares en desuso hay menos, sólo tres en Santa María y otros cuatro en La Viña.

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