Según ha informado Cort en un comunicado, la regidora de Sanidad y Consumo, Antònia Martín, ha explicado que se pasa de una explotación individual a otra global, en la cual pueden participar uniones de usuarios o vendedores, que tendrán una puntuación especial.

Los licitadores presentarán un proyecto de explotación y gestión global del mercado, así como propuestas de estrategia comercial. El único requisito que se tiene que respetar es que el 60 por ciento, como mínimo, del producto que se venda sea local y fresco, y que se ajusten a las inversiones mínimas por el correcto funcionamiento del mercado.

Estas inversiones mínimas, de 200.000 euros cada 15 años, serán revertidas íntegramente al mercado para establecer elementos energéticos de bajo consumo, ajustar la accesibilidad a la normativa, crear una imagen atractiva del mercado o reforzar la confortabilidad para el consumidor.

Cada adjudicatario tendrá que dejar en depósito la cantidad de 50.000 euros. Habrá 35 días, a partir de la publicación de los pliegos en el perfil del contratante y en el diario oficial de la Unión Europea, para presentarse a concurso.

Por último, la regidora ha querido dejar claro que la complejidad de los pliegos para este mercado han sido debido a que "se ha tenido en cuenta el contexto del barrio", que ha calificado de "complejo por varios motivos".