"Es más, hay seis centros que no imparten la asignatura, uno de ellos es uno público que no ha encontrado un profesor que la imparta", especifica Eduardo Caro, presidente de Concapa. Sin embargo, desde la Consejería de Educación de la Junta apuntan a que en toda la región se han presentado 433 objeciones a la asignatura, por parte de padres de alumnos de 3º de ESO, ya que el organismo no contabiliza las presentadas por aquellos que tengan hijos en otro curso.

Pero la asociación católica de padres considera que esas cifras están maquilladas. "En Málaga hay unos 600 cuyos hijos acuden a 3º de ESO que ya han objetado, pero quizá haya centros que no han acogido los recursos. Hay inspectores que dicen a los directores de los centros que no los admitan. Nosotros presentamos 472 nuevas objeciones en la delegación hace relativamente poco", apunta Caro.

Desde la Junta explican que no se puede objetar a la asignatura, que es obligatoria, lo mismo que no se puede objetar de examinarse de Matemáticas. Es decir, que si no se cursa la asignatura no es que deje de evaluarse, es que queda suspensa.

Este hecho no resulta desconocido para las asociaciones de padres, ya que la Concapa aconseja aquí en Málaga que no se deje de ir a clase. "Tienen la amenaza de suspender, y en algunos casos de llegar a repetir o no pasar al Bachillerato", puntualiza Caro.