Catherine Zeta-Jones, de 38 años, comienza a sentirse vieja para protagonizar escenas de sexo en el cine, ya que siente que no puede competir con las jóvenes actrices.
"Creo que es un proceso natural. Tengo 38 años y sé que voy a interpretar papeles de mujeres maduras y no a símbolos sexuales. Estoy mayor para dar vida a jovencitas", declaró la protagonista de Chicago.
Sin embargo, a pesar de los años, Zeta-Jones luce espectacular en la película El último gran mago, que se estrenará en España el próximo 4 de abril, basada en la vida del prestidigitador Houdini. Interpretando el papel de una atractiva médium, la galesa aparece muy sensual e insinuante bailando la danza del vientre.
Algo diferente
A pesar de haber logrado un Oscar, Catherine no se considera una estrella importante. "Probablemente no sea la mejor actriz, pero en la pantalla sé que tengo algo que es diferente al resto", explica.
Casada desde el 2000 con el actor Michael Douglas, de 63 años, la pareja tiene dos hijos en común: Dylan y Carys.
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