Todo alrededor de la monarquía en Marruecos es alto secreto. Del rey Mohamed VI no hay informaciones oficiales respecto a su grave enfermedad así como no las hubo en su día de su divorcio de su esposa Lalla Salma.

A sus 40 años, la vida pública de Lalla Salma ha quedado anulada desde que Hola! diese la exclusiva en marzo de 2018 de que el rey y ella se habían divorciado. Desde entonces, el monarca ha establecido una serie de restricciones a la que fuese su esposa 16 años.

Entre ellas, las llamadas que recibe, que son minuciosamente elegidas y que le impiden comunicarse con quien desee, como amistades de otras familias reales. De hecho, se desconoce si sigue teniendo el título de princesa que obtuvo al convertirse en esposa de Mohamed VI.

Se sabe que sigue viviendo en la residencia de Dar Es Salam, a las afueras de Rabat, un enclave muy relacionado con el monarca y es que su abuelo Mohamed V vivió allí, Por eso, el actual rey de Marruecos estaría valorando trasladarla a otra residencia que no tenga vínculos con su familia, según explican desde Vanitatis. Allí, además de Lalla Salma, también vive la princesa Khadija, hija de ambos y que hoy tiene 11 años. El príncipe heredero Moulay Hassan, de 15 años, lo hace en Marrakech desde septiembre de 2018, aunque acude muchos fines de semana a Dar Es Salam.

Los hijos de Mohamed VI se encuentran unidos a su madre y la ruptura les habría afectado más de lo previsto, especialmente por los ataques que Lalla Salma está recibiendo desde diferentes sectores afines al rey, como la publicación Le Crapouillot Marocain, que la ha tildado de "desdeñosa", "despectiva", "colérica" y "agresiva".

Además, toda la familia de Mohamed VI ha dado la espalda a Lalla Salma y se ha quedado sola como fue patente en noviembre de 2018 en el funeral de Fatima Abdellawi, la abuela de Lalla Salma y mujer que la crió desde los tres años. Apenas Moulay Hicham, primo de Mohamed VI, con el que está enfrentado desde hace años, transmitió sus condolencias.

Su vida se centra ahora en sus hijos en exclusiva, pero cada una de las salidas que hace con ellos debe estar autorizada por el rey, así como las vacaciones que realicen. Así ha ocurrido, por ejemplo, para que Salma pueda ir con sus hijos a un restaurante o de compras al centro comercial Mega Mall y así ocurrió para que los tres pudiesen ir de vacaciones al mar Egeo y Niza.

También la fundación en la lucha contra el cáncer que lleva el nombre de Lalla Salma ha visto ralentizados sus trabajos desde el año pasado. Su nombre fue borrado de algunos de los actos que hizo en los últimos meses, pese a que aún figura como presidenta.