Cada día casi 200 jóvenes piden la ayuda al alquiler en Andalucía

  • Los granadinos son los que más rápido están teniendo la ayuda.
  • Algunos jóvenes tienen problemas para encontrar el piso.
  • Sevilla es la provincia con más solicitudes.

Casi 200 jóvenes andaluces de entre 22 y 30 años se plantan cada día en las delegaciones de la Consejería de Obras Públicas para solicitar los 210 euros de ayuda al alquiler.

Desde que entró en vigor la Renta de Emancipación el 2 de enero, y hasta el pasado viernes, la Junta ha recogido 9.039 peticiones.

Tres de cada diez ya se han resuelto (2.963) y 133 están pendiente de firma. El resto, casi 6.000, están en tramitación. El plazo límite para resolverlas por ley es de dos meses.

Con esta renta, el joven lo tiene más fácil para alquilar un piso. Una vez que se le de el visto bueno, tiene tres meses para presentar el contrato de arrendamiento.

Es aquí donde algunos andaluces están encontrando problemas. La poca oferta de pisos de alquiler, en algunos casos, y los alquileres cuyos dueños no quieren declararlos, en otros, dificulta la tarea de encontrar una vivienda.

Además, agencias inmobiliarias consultadas aseguran que muchos dueños han aprovechado para subir el alquiler en, al menos, 100 euros.

Pese a estas pegas, las ayudas se piden en Andalucía y, de todos son los jóvenes granadinos los que las reciben con más celeridad. La mitad ya se han resuelto. De 1.185 peticiones se ha concedido 591. Otras 29 están a punto de rematarse.

Málaga va más lenta. De las 1.948 solicitudes que han llegado, sólo el 12% (237) están ya listas.

Sevilla es la provincia andaluza donde más jóvenes han pedido la ayuda: 2.546. La tienen ya 597 y 22 están pendientes de firma. En Córdoba la cifra es mucho menor: 828 peticiones y se han resuelto 204.

"No querían declarar la casa"

Ana es de Huelva, tiene 24 años y trabaja en Sevilla. En enero pidió la ayuda de los 210 euros de la renta de emancipación. «Vi el cielo abierto. Podía alquilarme un piso sin tener que gastarme casi todo el sueldo». Sabía que cumplía los requisitos pero se topó con un problema: los dueños que no declaran los pisos.

«Llegué a ver hasta tres pisos en los que, cuando iba a dar la fianza, me decían que no. Costaban unos 600 euros y con la ayuda yo pagaba 400, pero al decirles que necesitaba una copia del contrato para Obras Públicas, los tres me dijeron que así no les interesaba porque no declaraban la vivienda».

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