Agentes de la Policía Nacional han detenido en Gijón a una vecina de este municipio, de 50 años, acusada de agredir a una de las enfermeras que la atendía en un el servicio de Urgencias de un centro hospitalario.

Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, la arrestada propinó una fuerte bofetada en la cara a la enfermera y la zarandeó agarrándola por el uniforme, por lo que tuvo que ser ayudada por sus compañeros para

poder zafarse de su agresora.

La paciente había llegado al servicio de Urgencias muy alterada, insultando a todos los sanitarios y con pocas ganas de colaborar a las indicaciones del personal especializado.

Debido a su

nerviosismo y a su constante movilidad, se cayó de la cama asignada al suelo del box y cuando acudieron las enfermeras

para asistirla, agredió a una de ellas propinándole una bofetada en la cara.

La enfermera tuvo que ser ayudada por otras compañeras porque la paciente la mantenía sujeta por el uniforme y la zarandeaba con fuerza.

Los agentes comprobaron que la enfermera agredida sufría un edema en el labio y una contusión en el pómulo, por lo que detuvieron a la agresora por un delito de atentado a personal sanitario.

La detenida tenía una patología de tipo leve por la que, una vez diagnosticada y prescrito su tratamiento, fue trasladada a dependencias policiales.

Desde el año 2015 las agresiones contra el personal sanitario se consideran un delito de atentado en el código penal y la policía nacional ha creado la figura del Interlocutor Policial Sanitario para tratar de frenar este tipo de agresiones, que no han parado de crecer en los últimos años.