Las dos veces en las que Puigdemont desoyó a los Mossos sobre el 1-O

Emilio Quevedo, en el juicio al procés.
Emilio Quevedo, en el juicio al procés.
EFE
Emilio Quevedo, en el juicio al procés.

La decimocuarta jornada del juicio del procés ha presenciado de boca de un alto mando de los Mossos el 1-O cómo el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ignoró en dos ocasiones las advertencias de la Policía catalana sobre el riesgo de violencia en el referéndum y decidió seguir adelante.

La frase del día:: "El señor Junqueras creo recordar que lo que dijo es que el creía que no habría ningún tipo de resistencia (...) y el señor Puigdemont, que fue el que cerró la reunión, dijo que el Govern tenía un mandato que cumplir y que lo iban a llevar adelante".

Es lo que, según el comisario Emili Quevedo, dijeron los dos máximos responsables del Govern en la reunión del 28 de septiembre de 2017 con los Mossos.

La imagen del día: Las idas y venidas de los acusados del banquillo a la retaguardia de sus abogados, que pueden dar pistas sobre su estrategia de defensa.

Pese a que ya es habitual ver a algunos acusados, como Oriol Junqueras y Raül Romeva detrás de sus defensas, últimamente se puede ver un constante cambio de silla de otros de sus compañeros de banquillo. Este lunes Joaquim Forn ha optado por ubicarse detrás de su abogado mientras declaraban dos altos mandos de los Mossos, sobre los que tuvo responsabilidad el 1-O.

Una vez han terminado, se ha ubicado de nuevo en la primera fila del banquillo y ha sido esta vez Jordi Turull, el exconseller de Presidencia (una de las consellerias donde presuntamente se ocultaron fondos para el 1-O), quien ha acudido a sentarse tras su abogado cuando estaban declarando responsables de la empresa Unipost.

El protagonista: Emili Quevedo, máximo encargado del diseño del operativo de los Mossos para el 1-O, ha planteado el mismo escenario que el otro alto mando del

Cuerpo que ha comparecido hasta la fecha, esto es, culpar a Carles Puigdemont de omitir las advertencias de lo Mossos y respaldar así a Josep Lluis Trapero, quien le recomendó en dos ocasiones que lo desconvocará, sin éxito.

Su comparecencia ha sido un calco de la de Manel Castellví del pasado jueves. Primero en las formas, nervioso, ajustando el micrófono y repasando su posición en la silla, pero también en el fondo, con una defensa a ultranza de los Mossos pese a que cumplir con el mandato judicial era para él una misión casi imposible.

Y con la novedad de ser el primer alto cargo de la administración catalana que valora y reconoce el envío de 6.000 policías nacionales y guardias civiles para impedir el 1-O "como fuerza disuasoria".

La anécdota: El relato sobre la logística de trabajo entre la Generalitat y Unipost. Sucedió con un envío de más 40.000 certificaciones a miembros de mesa electoral del 1-O.

Un alto directivo de la empresa ha explicado que tuvo que desplazarse un sábado por la tarde en una furgoneta hasta un polígono, para recoger tres palés de manos de unos desconocidos que ha descrito como "unos transportistas, hombre y mujer, como yo o más jóvenes" que sacaron la carga (sin justificante de entrega) del interior de "una furgoneta blanca" sin nombres ni logotipos.

Una manera poco habitual para "un cliente de esa envergadura".

Agenda: El juicio continúa a las 10.00 horas con más testificales, entre ellas la del coordinador de acción política de ERC, Enric Vidal, a quien algunos empresarios imputados por la confección y distribución de la publicidad del referéndum del 1-O señalaron como el intermediario de la Generalitat que les encargó los trabajos.

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