'Tutankamón': La historia de dos hombres que lucharon y ganaron a un faraón

  • La serie 'Tutankamón', en DMAX, recrea el descubrimiento de la tumba intacta del faraón.
Sam Neill, en la serie 'Tutankamón', de DMAX.
Sam Neill, en la serie 'Tutankamón', de DMAX.
DMAX
Sam Neill, en la serie 'Tutankamón', de DMAX.

Aunque había muerto miles de años atrás, trató de resistirse todo lo que pudo. Era quizá el último de los intactos, puede que el único faraón que logró conservar su tesoro. Pero el empeño de dos hombres, mortales pero perseverantes, lo sacó a la luz. La de Tutankamón es también la historia del arqueólogo Howard Carter y de su mecenas, el egiptólogo Lord Carnarvon, responsables del hallazgo de la tumba intacta de Tutankamón en 1922.

A este último personaje, que estuvo a punto de arruinarse financiando la búsqueda de la tumba del escurridizo faraón, le da vida el actor Sam Neill en la producción Tutankamón, una miniserie compuesta por cuatro episodios, de una hora cada uno, que se emitirán íntegramente en DMAX (a partir de las 22.00 h de este sábado).

"Hubo mucha inversión en tiempo y dinero en aquel descubrimiento. Pero además necesitas gente que sepa lo que hace a tu alrededor. Y Howard Carter sabía lo que hacía", explica Sam Neill para 20minutos.es sobre su personaje, Lord Carnarvon. "Carnarvon comenzó como un diletante pero terminó involucrándose en todo el procedimiento y pasó a la historia, en cierto sentido, gracias a eso".

"Mientras estábamos filmando Tutankamón, hubo mucha publicidad sobre la posibilidad de que la tumba de la reina Nefertiti [esposa del padre de Tutankamón] estuviera situada precisamente detrás de la de él, en alguna parte. Eso habría sido increíble", cuenta Neill. El actor tuvo que prepararse para encajar en la serie, que cuenta el descubrimiento del sepulcro en el Valle de los Reyes de Egipto, que llegó después de que el equipo de Carnarvon se enfrentara a obstáculos gubernamentales, informes adversos publicados por la prensa, problemas económicos y desánimo.

Neill tuvo que aprender a imitar el acento británico de la élite aristócrata de principios del siglo pasado. "Trabajé el acento antes de que empezáramos a rodar con un experto, en Londres", rememora el actor. "Algunas de esas expresiones eran ligeramente anacrónicas y tuve que recortarlas un poco porque ahora parecen extraordinaria. Había ciertas palabras que nadie pronuncia así hoy en día, una audiencia moderna estaría un poco desconcertada oyendo eso", explica.

"Una de las cosas más llamativas fue conducir un Rolls Royce Silver Ghost, como el que tenía Carnarvon. El modelo que usé está asegurado por millones de libras y los propietarios estaban allí durante el rodaje", explica el actor, que no se apañó del todo a la hora de conducirlo "estos coches viejos son así".

En la vida real, Sam Neill confiesa que su gran hallazgo fue el vino. "Conocer el vino en un sentido profundo y cultivarlo ha sido un descubrimiento extraordinario para mí", detalla a la vez que pide que, cuando él muera, no le entierren como a los faraones: "Echadme al viento", propone.

Y es que él no cree que haya una segunda vida "de ninguna manera que entendamos. Si la conciencia persiste o no es una cuestión filosófica, más que científica". Pero Neill sí tiene un sentido de la trascendencia, pues, explica, "cada átomo de nuestro ser es tan antiguo como el universo y cada átomo de nuestro ser sobrevivirá para siempre".

Un maratón sobre Egipto

El canal DMAX celebrará este sábado El día de Egipto, un maratón de 24 horas con contenidos dedicados a la civilización de los faraones. La programación monográfica arrancará a las 6.00 h y se extenderá hasta la mañana del domingo. Destaca la emisión del documental La pirámide de Keops al descubierto (sábado, 21.00 h) donde se analiza la última maravilla del mundo antiguo con la tecnología punta.

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