Según ha informado la Junta en una nota de prensa, su ejecución se iniciaba en diciembre de 2008, y en este periodo de tiempo se paralizó su construcción hasta en dos ocasiones. La inversión total asciende a 7,9 millones de euros, y cuando se produjo la última suspensión temporal, en marzo de 2017, presentaba un nivel de ejecución del 55,54%.

Esta actuación, enmarcada dentro del Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía 2020 y con cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, en el actual programa operativo (2014-2020), tiene una longitud lineal de 900 metros y salva el río Genil con un puente de 260 metros de longitud.

A uno y otro lado de los estribos de esta estructura se ejecutarán dos viales para conectar una nueva glorieta de la carretera de Venta Nueva (GR-4400) con la glorieta del Vial Nueva Redonda del nuevo polígono urbano de Huétor Tájar, que son el origen y final de esta infraestructura viaria.

Las obras, cuya primera suspensión temporal se efectuó en 2012, llevan paralizadas desde marzo de 2017, "debido a problemas financieros de la anterior contrata, Corsam Corviam, cuya sociedad matriz, el Grupo Isolux, había presentado concurso de acreedores", ha informado la Junta.

Una vez formalizada y autorizada administrativamente la cesión del contrato, en febrero del presente 2019, la empresa Lantania ha asumido la continuidad y terminación de esta infraestructura.

Este nuevo acceso a Huétor Tájar, cuyo fin de obras está previsto para septiembre de 2019, beneficia directamente a los 10.000 habitantes del municipio, y, por extensión, a los residentes de la comarca de los Montes Occidentales de Granada, con 22.000 habitantes. La intensidad media diaria de tráfico prevista es de 1.921 vehículos/día, de los que un cinco por ciento corresponde a tráfico pesado (camiones).

La actuación tiene dos objetivos. De un lado, dotar a Huétor Tájar y a otros municipios de la comarca de un segundo acceso desde la autovía A-92, debido a que el acceso principal existente que atraviesa el río Genil es un puente antiguo de escasas dimensiones, circunstancia que ha provocado que, en época de intensas lluvias, dicha estructura se corte al tráfico.

Por otro lado, esta infraestructura servirá también como "alternativa al tráfico local que en la actualidad colapsa la ronda de circunvalación del municipio".

El nuevo puente sobre el río Genil se convertirá, así, en el principal acceso a la localidad de Huétor Tájar desde la A-92, ya que, además, la actual estructura tiene especial dificultad de giro para los vehículos pesados y sufre los mencionados cortes de tráfico en las crecidas del río.

Tiene una longitud total de 260 metros, frente a los 80 metros del actual, consta de siete vanos (espacios libres entre pilas) y tiene una dimensión suficiente para albergar el cauce del río durante las temporadas de fuertes lluvias.

Antes de la última suspensión temporal en la ejecución de esta obra se habían culminado las explanaciones, obras de drenaje, los dos estribos del nuevo puente, y también se habían ejecutado las pilas que dan soporte a las vigas. Los primeros trabajos, a partir de su reanudación hoy, consistirán en el refinado de taludes, así como la ejecución del terraplenado de los viales que conectan, a uno y otro lado de los estribos, con la estructura.