Con esta iniciativa, al mismo tiempo, se pretende concienciar a la población joven de los perjuicios que ocasiona en la salud el consumo de sustancias adictivas.

El acceso a estos cursos de formación deberá ser en primer lugar solicitado por el interesado en el caso de ser mayor de edad o por sus familiares o tutores en el caso de no serlo.

La persona que ha cometido la infracción será la que lleve a cabo el curso y tendrá que cumplir requisitos, entre los que están el tener una edad comprendida entre los 14 y 29 años, ambos inclusive -con autorización de sus padres/madres/tutores si es menor de edad- y el que la infracción para la que se solicita el curso de formación sea de carácter leve. También entre los requisitos está que el curso sólo compensará la primera infracción y sanción administrativa.

La medida tiene carácter voluntario y la duración de las actividades oscila en función del importe de la sanción, con una equivalencia de dos horas por cada 50 euros.

Los infractores son citados por el medio declarado en su solicitud, normalmente por correo postal y también mediante la sede electrónica y, en la medida de lo posible, se tienen en cuenta las circunstancias personales del infractor, han informado desde el Ayuntamiento a través de un comunicado.

Durante el año 2018 se recibieron 736 solicitudes y se cumplieron por esta modalidad 517 sanciones, permutando un total de sanciones administrativas por un importe de 67.906,80 euros.

Han precisado, por otro lado, que ya en este ejercicio 2019 se ha desarrollado una serie de cambios organizativos en la gestión de estas actividades, impartiendo las charlas con personal propio de Gestión Tributaria en colaboración del área de Derechos Sociales y con asociaciones sin ánimo de lucro, a fin de sensibilizar a los jóvenes malagueños de la problemática del consumo de sustancias que provocan adicciones.

El área de Derechos Sociales del Ayuntamiento en estos cursos de formación se encarga de la asignación de las labores de utilidad pública o de interés social.