Los viajeros pierden en los aeropuertos ordenadores, móviles, sillas de ruedas...

  • En el de El Altet (Alicante) encuentran cada año más de 5.000.
  • Se pierden al menos dos ordenadores al día, muchos artículos tecnológicos, artículos eróticos y "mucha viagra"
  • Sólo el 20% son reclamados y se devuelven a sus propietarios.
Poco tiene que envidiar la oficina de objetos perdidos del aeropuerto de El Altet a una tienda de informática: Teléfonos móviles, mp3, cámaras de fotos digitales, y, sobre todo,
ordenadores portátiles, copan las vitrinas de estas instalaciones, que cada año reciben más de
5.000 objetos.

Todos los días y de forma constante entran objetos a estas dependencias, gestionadas por la Policía Local de Elche. También todos los días se devuelven cosas a sus dueños, si bien la proporción no es comparable, ya que sólo el 20% de lo encontrado acaba en manos de sus propietarios, explica el intendente principal, José Fernández Villafranca.

La invasión de las nuevas tecnologías en la vida de los ciudadanos se refleja en esta oficina, en la que cada día entran "un mínimo de dos ordenadores portátiles", así como numerosos teléfonos móviles, cámaras de foto digitales y reproductores de música mp3.

Pero no es lo único. En las estanterías de estas dependencias puede encontrarse "de todo", desde lo más cotidiano, como ropa, relojes, juguetes, cinturones, paraguas, gafas de sol o llaves, hasta lo más inusual o "difícil de perder", como sillas de ruedas, muletas o bastones.

También hay cabida para objetos curiosos, como artículos eróticos de despedidas de solteras, caricaturas, una olla exprés o "mucha viagra", de la cual se desprenden transcurridas 48 horas como hacen con el resto de medicamentos, afirma el intendente principal.

Los objetos hallados permanecen guardados y a disposición de su propietario durante un máximo de dos años. Si transcurrido ese tiempo nadie lo reclama, la persona que lo ha encontrado tiene una semana para solicitarlo y si no lo hace, éste prescribe y pasa a ser propiedad municipal, quien normalmente hace una subasta pública para darles salida.

"Ningún trabajador del aeropuerto tiene expectativa de derecho sobre lo hallado. Antes sí que era así y eso podía inducir a pensar que algo no se devolvía a su dueño para que ese compañero se lo pudiera quedar, pero esa cláusula se modificó", señala Villafranca. Por ello, sólo las personas ajenas a la terminal alicantina pueden reclamar, transcurridos esos dos años, la propiedad del objeto que encontró, una práctica que no suele llevarse a cabo, pues "muy poca gente se acuerda de esto después de tanto tiempo", añade el intendente.

Un Rolex de oro

Las joyas y el dinero se guardan en un armario aparte y en una caja fuerte. Los agentes no tienen una estimación del montante que allí se almacena, si bien aseguran que "hay mucho dinero" guardado así como objetos de gran valor, como un Rolex de oro. Para reclamar algo de lo que allí se encuentra almacenado la persona tiene que acreditar que es suyo. "Con los ordenadores o los teléfonos móviles, introduciendo la contraseña o el código PIN es suficiente, mientras que para las joyas se puede demostrar su propiedad a través de una inscripción".

En el caso del dinero ya es más complicado. "Si viene en una cartera con identificación no hay problema pero si está en un sobre o con una goma es imposible de acreditar, por lo que no se puede entregar", indica Villafranca, quien precisa que, transcurridos los dos años de rigor y si la persona que lo halla no lo reclama, "se ingresa en una cuenta" y pasa a ser propiedad municipal.

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