"Ustedes hicieron las regularizaciones con un bono-bús", espetó en el debate del lunes Zapatero a Rajoy. "No puede entrar todo el mundo que quiera sin control porque no cabemos", dijo Rajoy el miércoles en un mitin ante un público muy receptivo con este tema como es, por razones lógicas, el canario. Lo cierto es que la inmigración ha sido uno de los grandes temas de la legislatura.
La clave del debate está en la regularización de inmigrantes que, cumpliendo una promesa electoral del PSOE, el Gobierno realizó en 2005, por la que se otorgó permiso de residencia a 570.000 trabajadores extranjeros con contrato de trabajo de por medio. Junto con ellos, normalizaron su situación sus cónyuges y sus hijos.
Fue un proceso apoyado por los sindicatos, los empresarios y los propios beneficiarios. Pero recibió fuertes críticas del PP, que consideraba que podía provocar un efecto llamada en los países de origen. Tampoco fue bien visto por la UE, que reclamó que se informase de este tipo de medidas antes de su puesta en marcha.
Las cifras hablan de un incremento de la población extranjera legalmente registrada en España. A 1 de enero de 2007 se cifraban en casi cuatro millones de personas. Esa cifra suponía casi un millón más (33%) que un año antes.
Control de sin papeles
La entrada irregular de inmigrantes es el otro frente. El Gobierno intervino en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla en 2005 para hacerlas más eficaces y menos peligrosos después de que 15 inmigrantes murieran al intentar cruzarlas.
También se han alcanzado acuerdos en el ámbito europeo para una estrategia común de protección de las fronteras. El resultado se plasmó en la agencia Frontex, que, entre otras labores, patrulla desde agosto de 2006 las aguas del entorno canario para localizar los cayucos desde sus puntos de partida en Mauritania, Cabo Verde y Senegal. La medida no ha impedido que continúe el fenómeno y ha sido criticada por trasladar a los países africanos un problema europeo.
¿Qué se hace con los irregulares?
El principal problema para el Gobierno ha sido encontrar una salida a los inmigrantes que llegan a España. Los centros de internamiento canarios son incapaces de absorber a todos. Los de otras comunidades tratan de oponerse a los traslados. Y el Gobierno presume de sus repatriaciones sistemáticas, pero tampoco se ha librado de polémicas sobre el trato a los inmigrantes y la devolución de menores desasistidos.
LO QUE PROPONEN LOS PARTIDOS EN SUS PROGRAMAS
PSOE:
- Inmigración vinculada al empleo, en función del mercado laboral. Atender las reagrupaciones familiares.
- Igualdad de derechos y deberes de todos los legalmente residentes. Servicios públicos de calidad para todos.
- Respeto al marco de convivencia y a las leyes vigentes.
- Lucha contra la irregularidad: controles fronterizos, sistemas de repatriaciones, ampliación del periodo de internamiento, endurecimiento contra las mafias, etc.
PP:
- Contrato que obligue a integrarse: cumplir las leyes, aprender español y respetar las costumbres.
- Prohibir por ley las regularizaciones masivas.
- Visado por puntos que facilitará un permiso temporal de trabajo a los que puedan integrarse mejor.
- Endurecimiento del control de fronteras y de la lucha contra la inmigración irregular.
- Permiso de trabajo para el familiar reagrupado.
- Expulsión inmediata a quien cometa delitos menores.
IU:
- Reconocimiento del derecho a la migración y al asilo según lo recogen los Derechos Humanos.
- Otorgar derecho de sufragio a los extranjeros que estén en situación regular y estable.
- Facilitar el aceso a la nacionalidad española.
- Protección de los menores y las mujeres que se encuentren en desamparo o sufran maltrato.
- Luchar contra las contrataciones ilegales, reforzar los servicios sociales y reformar la Ley de extranjería.
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