Sin nubes de lluvia a la vista, campos y ciudades se han poblado de unas poco simpáticas plantas llamadas parietarias que han crecido en los descampados y muros gracias a las lluvias de estas últimas semanas.

La ausencia de vientos y de precipitaciones ha cargado de su polen el aire, para desgracia de las personas que sufren alergia a esta sustancia con la que los vegetales se reproducen.

Esto hace que en Málaga se inicie uno de los peores periodos para los alérgicos.

El Servicio de Información Aerobiológica de la Universidad de Málaga advierte de que las concentraciones de polen de parietarias están actualmente en niveles moderados.

En el caso de las cupresáceas (como el polen de ciprés), se registran concentraciones altas que se incrementarán «muchísimo», dice la responsable de este laboratorio universitario, María del Mar Trigo.

Según los alergólogos consultados, aún no se ha notado mucha afección entre los alérgicos a las plantas.

Recomendaciones

Para una persona sensible al polen, lo ideal es evitar las zonas de interior, por lo que es mejor ir a un lugar próximo al mar, donde no hay tierra en la que puedan crecer vegetales que suelten sus esporas. En los espacios abiertos hay más polen que en otros donde los edificios pueden proteger.

Y, por supuesto, en las horas de más calor no salir a pasear. El pronóstico del tiempo no anuncia lluvias hasta el miércoles, como mínimo.

Cupresáceas, el polen del chalé

El número de alérgicos al ciprés ha crecido exponencialmente en los últimos años en la provincia por el aumento de las urbanizaciones. En ellas, los chalés emplean el ciprés o vegetales de su familia para hacer setos que delimitan la finca y dan intimidad.

Parietarias, de los más fieros

Es el tercer polen al que más personas son alérgicas en la provincia (tras el olivo y las gramíneas –césped–). Es una de las esporas más agresivas para quienes son sensibles a ellas, por lo que concentraciones moderadas pueden causar problemas en la población, según la UMA.