Mientras que en 2014 las personas atendidas por el Servicio de Atención a Inmigrantes, Extranjeros y Refugiados (Saier) del Ayuntamiento de Barcelona fueron 10.379, en 2018 han sido casi el doble, 19.422, la mayoría de ellos provenientes de Venezuela y Colombia.

El teniente de alcalde de Derechos de la Ciudadanía, Jaume Asens, ha asegurado este lunes en rueda de prensa que este esfuerzo no está compartido por el Gobierno central: "En lugar de ponerse al nivel de la situación, incumple con los compromisos internacionales".

Asens lo ha dicho en la presentación del balance del Saier, y ha afeado que la Generalitat no dedique más recursos y que el Gobierno central reciba recursos de la UE y practique un uso fraudulento: "Son recursos para atender las necesidades y en cambio los utilizan para construir Centros de Internamiento para Extranjeros, para realizar expulsiones y elaborar políticas de frontera", ha declarado.

Ha asegurado que esto revierte en la falta de atención a las personas, que luego genera una realidad que alimentan los discursos de racismo y xenofobia.

"Estamos haciendo de administración y suplencia, cubriendo el vacío de la administración central en esta materia y necesitamos que el Estado y la Generalitat también estén en este trabajo, para hacer una recogida más digna", ha apuntado.

Asimismo, el teniente ha puesto de relieve que las personas que llegan por el Mediterráneo son un porcentaje muy pequeño, y ha asegurado que con los datos del Saier, se demuestra que quienes llegan a la ciudad vienen en avión de países latinoamericanos: "La extrema derecha ha construido la imagen de invasión y alarma social por las personas rescatadas del mar, y el porcentaje no corresponde con la realidad".

"Sánchez no puede comprar este marco mental", ha aseverado Asens, que ha pedido al presidente central, Pedro Sánchez, que no atienda al discurso de la extrema derecha, dado que eso, ha dicho, acaba bloqueando barcos de rescate como el Open Arms, y le ha reclamado políticas valientes que planifiquen la atención a las personas.

Las personas atendidas por el Saier se encuentran en un 45% en situación irregular, con un notable incremento de familias con menores -en 2015 fueron 230 y en 2018 1821-, y los solicitantes de asilo se han incrementado, siendo 1374 en 2015 y 7433 en 2018.

Se debe a que una vez se pide asilo, el demandante tiene una situación más favorable para la regularización y es una manera más sencilla de acceder a la solicitud, para huir de las restricciones de la ley de extranjería.

Para afrontar el aumento de solicitudes de ayuda, el presupuesto del Saier ha aumentado en un 121% -1.685.436 euros en 2015 y 3.728.859 en 2018-, y se ha pasado de 50 a 70 trabajadores, y además se están ampliando las instalaciones mediante un nuevo local.

El coordinador del pla de Ciutat Refugi de Barcelona, Ignasi Calbó, ha apuntado ante las alarmas de que la situación de personas atendidas ha crecido, que no se trata de una situación diferente a la de otros años, y ha reivindicado que, aunque se puede pensar que se está gastando mucho, "es una inversión de cohesión social y para evitar la segregación en el futuro".