En un proceso de selección del colegio Betlem de Premià de Dalt. El juez titular del número 2 de Mataró investiga las supuestas irregularidades detectadas en una escuela concertada de Premià de Dalt tras la contratación de varios padres de niños poco antes de iniciar la matrícula del curso escolar.

La normativa educativa en vigor especifica que los padres o madres trabajadores del propio centro obtienen una puntuación máxima de 40 puntos, lo que facilita sin reparos el ingreso del menor en la escuela, lo mismo que puntúa tener hermanos estudiando en el mismo centro escolar.

Entre el 1 de febrero y el 9 de marzo de 2007, el colegio concertado  Betlem de Premià de Dalt contrató laboralmente a padres que aspiraban a alguna de las 24 plazas de P-3. Ninguno de los contratos eran para desarrollar una actividad docente y todos correspondían a padres que tenían matriculados a sus hijos en P-2. Ello motivó que ocho alumnos quedaran sin plaza pese a tener 30 puntos por residir en la población de Premià de Dalt.

Según fuentes de los denunciantes, el colegio Betlem ya fue denunciado en el año 2003 por haber escondido a las familias que entre 1992 y 2002 se beneficiaba de los conciertos públicos.